Premio a toda una vida de enseñanza a los gitanos
La Fundación Secretariado Gitano ha otorgado a la religiosa María del Carmen López Arjona el premio Solidaridad con G, por su dedicación a la enseñanza de los gitanos. Dice que, a sus 85 años, tiene la ilusión de «seguir trabajando» y de hacerlo con las mismas ganas con las que lo ha hecho siempre o «con más, si cabe».
Dice que, cuando un gitano encuentra un trabajo o aprueba un curso, incluso cuando alguno llega a la Universidad siente una alegría inmensa, «todo lo bueno que les pasa, es como si me pasase a mí también». Es María del Carmen López Arjona, una mujer bajita que, a sus 85 años, se quita las gafas para posar en las fotos y que conserva intactos sus recuerdos. Lleva casi toda su vida dedicada a la educación y, en especial, a la de los gitanos, así que, en el centro cívico de Elviña, en el que da clases, ya la conocen como la monja de los gitanos. Por esta razón ha sido premiada con el galardón Solidaridad con G, que otorga la Fundación Secretariado Gitano.
A pesar de que lleva casi toda su vida en Galicia, conserva todavía un poco de acento extremeño. Estudió en Salamanca y allí entró en la congregación de las Hijas de Jesús, en 1951. En 1972, ya en Vigo, se empezó a dedicar a dar clase a los gitanos, «los recogía después de clase para ayudarles», explica y, en 1977, ya no tenía más alumnas de su centro, que para entonces era solo femenino, y se dedicaba íntegramente a los niños gitanos. En 1998 llegó a A Coruña para hacer una labor similar. «Aquí no había nadie que se encargase de ellos, así que me dijeron que viniese yo», recuerda.
La frustración no forma parte de su pensamiento, no se viene abajo cada vez que las chicas le dicen que van a dejar los estudios ni cuando los jóvenes le dedican más tiempo a otras actividades que a los libros.
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