La Campaña Mundial por la Educación se moviliza para exigir a los gobiernos que rindan cuentas
En la actualidad sigue habiendo 263 millones de niños, jóvenes y adolescentes sin acceso a la Educación, debido a distintas causas como vivir en contextos de crisis o en zonas rurales remotas; la falta de recursos, infraestructuras adecuadas o de personal docente cualificado; o la discriminación por motivos de raza, género o discapacidad. A esta cifra hay que añadir a los 758 millones de adultos analfabetos, dos tercios de ellos mujeres. La Campaña Mundial por la Educación lleva desde el año 2000 –2003 en España– sirviendo de altavoz de las demandas y necesidades de todos ellos.
En 2015, 196 Estados firmaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que constituyen un plan de acción mundial formado por un conjunto de 17 objetivos de carácter integrado, indivisible y universal que deberán alcanzarse en 2030. En ese mismo año nace la Agenda de Educación 2030, marco de acción que incluye tanto la Declaración de Incheon como el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS4): “Garantizar una Educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.
La Semana de Acción Mundial por la Educación se celebra este 2017 del 24 al 29 de abril en 124 países, a través de diferentes actividades de calle orientadas a crear conciencia sobre la importancia del derecho a la educación. En esta ocasión, la CME no solo se moviliza para exigir a los gobiernos que adopten las medidas, políticas y financiación necesarias para garantizar una educación de calidad, inclusiva y equitativa, sino para que lo hagan de forma transparente, rindiendo cuentas de sus compromisos ante la ciudadanía y asegurando espacios de participación de la sociedad civil.
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