“La formación docente está completamente desconectada de la realidad humana con la que trabajan los profesores diariamente”
Desarrollar en la sociedad el pensamiento artístico mediante las herramientas del arte contemporáneo, es el objetivo de Pedagogía Invisibles, un colectivo que nació en el 2009 con el sueño de transformar la educación. Formado por un grupo transdisciplinario, este colectivo busca establecer una conexión entre el arte y la educación «mediante la colaboración con los profesionales de la educación para reflexionar sobre la manera en la que actualmente se produce el conocimiento en las aulas y fuera de ellas.»
Nos sentamos con Andrea De Pascual, Coordinadora General de Pedagogías Invisibles, para que nos hablara de su visión sobre el papel del arte en la educación. Andrea De Pascual es socia fundadora de somoselpuente.org y miembro del Grupo de Educación de Matadero Madrid. Ha trabajado en varias organizaciones culturales y educativas en Madrid y Nueva York. Andrea reivindica la educación como herramienta para la participación ciudadana en temas políticos y sociales.
Observatorio (O): ¿Cómo nace Pedagogías Invisibles?
Andrea De Pascual (ADP): Nos conocimos en el 2006 en el Departamento de Didáctica de la Facultad de Bellas Artes, en la Complutense (de Madrid). María Acaso era nuestra directora de tesis y ahí encontramos que teníamos diversos intereses en común, en particular, la idea de que el arte podía transformar la educación. A partir de ahí nació el interés por llevar a la práctica lo que habíamos estudiado y así fue como en el 2009 nace “Pedagogías Invisibles” como colectivo y en el 2012 como asociación.
La evolución de Pedagogías ha sido muy orgánica, hemos ido repensando cada paso. Nosotras empezamos a trabajar en museos, primero porque algunas de nosotras estábamos muy enfocadas en ese contexto y fuimos las que impulsamos los primeros proyectos pero también porque era un espacio que nos permitía innovar en educación. Y también porque es más difícil innovar en lo formal que en lo no formal. Es mucho más fácil hacerlo siendo agentes externos, cuando no eres un departamento de educación de un museo o no estás asociado a una universidad, entonces encontramos que teníamos la oportunidad de probar y fallar.
O: ¿Cuál es el objetivo principal de Pedagogías Invisibles?
ADP: Sería un poco injusto decirte un objetivo global, te podría decir el mío pero no te podría decir el de mis compañeras. De hecho es muy complicado, yo siempre digo en las charlas que yo explico Pedagogía Invisibles con mi voz. Cada una de nosotras lo explica de distinta manera, tenemos esa pluralidad.
Para mí, el objetivo a largo plazo sería intentar generar un espacio de producción cultural, de conocimiento, que de alguna manera estuviera vinculado a lo formal. Buscar un espacio donde realmente nosotras pudiéramos gestionar ambos espacios (cultural y formal) y unirlos y establecer una comunicación. Al final, ese es un modelo que nosotras defendemos porque cuando trabajamos en los centros culturales intentamos generar puentes con lo formal y viceversa. Pero la idea es que no hubiera necesidad de puente, que ya estuvieran conectados. Son dos espacios de producción del conocimiento con unas reglas muy diferentes pero que se pueden afectar el uno al otro y transformarse. Probar esa unión, esa conexión, sería el objetivo a largo plazo.
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