La realidad de los guetos escolares en Vitoria-Gasteiz
Los guetos escolares son una realidad en Vitoria-Gasteiz. Existen colegios (todos ellos públicos) en los que los niños y niñas provenientes de familias inmigrantes se concentran y superan ampliamente a las familias vascas. Estos centros no son peores que el resto por albergar diferentes culturas, pero se han convertido en núcleos de pobreza y de etnias culturales tan dispares que provocan una segregación escolar.
Los colegios de la ciudad se dividen entre los que albergan a la población vasca y tienen recursos económicos, y los que se componen de población inmigrante y poca capacidad económica. El 80 % de los niños y niñas de origen inmigrante se encuentra en las escuelas públicas. Además, según desciende la edad del alumnado, la brecha es mayor. El porcentaje asciende al 95 % en Educación Infantil y en Primaria, según publicó en marzo la mesa de educación y diversidad del Ayuntamiento.
Según el Gobierno Vasco, el porcentaje de población de origen extranjero que debe tener un centro es del 30%. En Vitoria Gasteiz una veintena de colegios duplican este porcentaje, mientras que otros no llegan. Evidentemente, los que superan la barrera del 30 % son públicos, mientras que los que no llegan a esa franja son en su mayoría concertados.
Lurdes Errasti, directora de Denon Eskola, tiene muy claro por qué se genera este desequilibrio: “Hay niños que son asignados a colegios concertados, pero están un año y se van lo antes posible. En esos colegios realmente no se está obligado a pagar las cuotas por ley, pero existen presiones sociales para que se paguen. Por lo tanto, todos los niños procedentes de familias inmigrantes acaban en los colegios públicos y se crean estos guetos escolares. No queremos que la enseñanza pública quede reducida a esto”.
Desde esta Federación de Ampas de colegios públicos quieren apostar por la integración en la sociedad de todos estos menores y evitar su marginación. Siempre teniendo en cuenta las costumbres locales: “Nuestro vehículo es el euskera y todo lo que nos pertenece. Queremos diversidad cultural, pero siempre partiendo desde la nuestra”.
Samaniego, el ejemplo más representativo
Uno de los colegios públicos que más menores de origen inmigrante tiene es Samaniego. El colegio de la calle Monseñor Esteaga es uno de los que más índice de familias extranjeras posee de Vitoria. Su directora, Cristina Arguijo, defiende que el problema no es racial, sino económico.
El 95 % de sus alumnos son becados. Estas becas les dan a los niños el acceso diario al comedor y al material escolar, así como a las excursiones. Además, si pagan una cuota anual de 90€ (que sale aún más barata con la beca) tienen acceso a todo el material necesario para las clases. “Ni siquiera podemos asegurarnos de que vayan a traer un estuche o un cuaderno de casa”, añade Arguijo.
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