Escuelas que enseñen a pensar
Desde hace muchos años quienes trabajamos en diferentes instituciones del sistema educativo nos proponemos enseñar a pensar. Este es uno de los grandes desafíos en la escuela primaria, en la secundaria y también en la universidad y en los institutos superiores de formación docente…
¿Por qué esta meta explícita de los sistemas educativos es tan difícil de lograr? No es por carecer de conocimientos para poder hacerlo. Lo complejo es llevar ese conocimiento a la acción ya que para ello se requiere de condiciones que no son sólo pedagógicas, ni dependen de la voluntad y de la acción individual de un maestro/a o profesor/a.
En estos años hemos construido y validado conocimiento que nos permite afirmar:
Que es importante pensar las propuestas poniendo en el foco el proceso de aprendizaje de los estudiantes pero que esto de ninguna manera implica desdibujar el lugar del maestro/ profesor y de la enseñanza sino por el contrario, significa replantear, revalorizar y fortalecer las prácticas de enseñanza.
Que no se “aprende a pensar” en abstracto y que por eso es fundamental diseñar nuestras propuestas de enseñanza acordando qué es lo que importa que en cada campo, área o disciplina los estudiantes comprendan.
Que la comprensión profunda y el pensamiento requieren de tiempo y de múltiples experiencias para poder desarrollarlos y que, por lo tanto, la fragmentación, simultaneidad y multiplicidad de contenidos que siguen organizando el formato escolar por ejemplo de la secundaria, suelen atentar contra procesos de comprensión profunda.
Que comprender implica pensar y actuar con el conocimiento y que cuando comprendemos algo en profundidad podemos dar cuenta no sólo de hechos, fenómenos y sus relaciones sino también sabemos por qué ese saber es relevante, cuáles son sus sentidos; cómo llegamos a saberlo, es decir comprendemos los modos de producción y validación de ese conocimiento y somos, además, capaces de comunicarlo tanto con los códigos y lenguajes propios de esos campos disciplinares como de adecuar su comunicación a diferentes audiencias.
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