“Si quieres estudiar en este centro, no puedes venir con eso en la cabeza”
Septiembre al comienzo y con ello la vuelta al cole, Fátima A. se dirige al I.E.S. Prado de Santo Domingo, al sur de Madrid para echar matrícula en una de las tres vacantes que ofrecía el instituto para el grado medio de Auxiliar de Enfermería.
A Fátima le apasiona el mundo de la salud, pero por diversos motivos no pudo acceder a la carrera de Medicina, lo que le llevó a querer matricularse en un grado superior, el obstáculo estaba en que venció la plaza para la inscripción. No quería pasar el curso entero sin hacer nada y vio en este grado una oportunidad de formarse mientras permanece a la espera de las siguientes convocatorias.
Pero no se esperaba lo que pasaría después. Al acudir a entregar los documentos correspondientes, denuncia que una de las secretarias le espetó: ¨Te aviso que si quieres estudiar en este centro, no puedes venir con eso en la cabeza¨, haciendo referencia al hiyab. La normativa del centro recoge, según comentó ésta trabajadora, que la cabeza y el rostro se mantendrán descubiertos, pero a la vez, el mismo, debe respetar la libertad religiosa del alumnado amparada por la Constitución.
¨Ni el reglamento respeta la libertad religiosa de sus alumnos, ni el trato recibido fue el correcto¨, lamenta Fátima, que se sintió aplastada por un total de tres de las trabajadoras del centro que recogían las matrículas esa mañana. ¨No se limitaron a darme la información necesaria, me hablaron con un tono prepotente y hacían alusión a las mezquitas y a mi país repetidas veces. Soy española, nací en España¨, fue una de las respuestas ante la alusión constante a su origen. También dijeron que “era la única que se ofendía porque ninguna otra chica se opuso a quitárselo, entre burlas, risas y miradas de complicidad entre ellas”. Es decir, esto ya había sucedido antes.
Fátima tuvo el acto reflejo de grabar la escena tras sentirse atacada por los comentarios de estas tres mujeres, dice que no es un caso aislado y que esto se repite en el día a día de las musulmanas; ¨me vi en la necesidad de grabarlo porque siempre que recibimos un trato discriminatorio, nos tachan de exageradas y de victimistas¨, señala. En el audio grabado se escucha a una de las mujeres comentar: “Si yo voy a tu país me tengo que poner velo”. A continuación se escucha cómo Fátima le recuerda que es española y le pregunta de qué país está hablando.
Quiso reclamar al director por la humillación y el trato de las secretarias, pero no se sentía capaz emocionalmente de tener que enfrentarse a otra persona. Salió del centro temblando y al llegar al coche, se echó a llorar por el sentimiento de humillación e impotencia.
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