La escuela pública asume dos de cada tres alumnos vulnerables
La escuela pública de Barcelona sigue asumiendo el peso de los alumnos de entornos empobrecidos. A pesar del plan de choque contra la segregación activado por el Consorcio de Educación de Barcelona (CEB)], que reservó plazas en la preinscripción para distribuir de forma más equitativa a este alumnado y evitar la creación de escuelas gueto, dos de cada tres alumnos vulnerables que han usado estas plazas han sido colocados en la escuela pública; el resto, en la concertada. El CEB argumenta que ello se debe a que muchos alumnos han sido asignados al centro donde tienen hermanos mayores.
El Consorcio destaca que, gracias al plan de choque contra la segregación —anunciado el año pasado y que se empezará a cristalizar el próximo curso—, “sí se ha logrado una mayor implicación de la concertada”: si el curso pasado el alumnado vulnerable se repartía entre un 79% en la pública y un 21% en la concertada, el próximo curso será de un 73% en la pública y un 27% en la concertada. “No vamos a solucionar el problema de la segregación en un año, pero el plan nos está ayudando.Es un plan con mucho recorrido y sus resultados se verán en unos años”, admiten fuentes del CEB.
La lucha contra la segregación escolar —la separación del alumnado en diferentes centros educativos según su perfil socioeconómico— se oficializó en un pacto firmado en marzo por la Generalitat, un centenar de ayuntamientos y el Síndic de Greuges, Rafael Ribó. El plan, que contó con el rechazo del sindicato Ustec y la Federación de Asociaciones de Madres y Padres (Fapac), entre otros, apostaba por revisar las cuotas que cobra la escuela concertada, garantizar la gratuidad a los alumnos más desfavorecidos y vetar la matrícula viva —alumnos que llegan y se matriculan en un centro en medio del curso— en aquellas escuelas de alta complejidad (con alto número de alumnado inmigrante, en riesgo de exclusión social y/o discapacitados).
Algunas ciudades con alta segregación, como Barcelona y Terrassa, ya han puesto en marcha un sistema de reservas de plaza para distribuir este alumnado. En Terrassa son cuatro plazas por aula en todas las escuelas públicas y concertadas. En Barcelona, varían entre dos y seis por zona escolar, según el nivel de alumnos vulnerables. “Se hizo un estudio de alumnado y de zonas e hicimos una estimación para buscar los centros de proximidad para la familia, pero también haciendo un reparto equitativo en toda la zona”, abundan desde el Consorcio.
Según el estudio Equivalencia territorial en la planificación territorial de Xavier Bonal y Adrián Zancajo elaborado para el Consorcio, la concentración de alumnos extranjeros en centros públicos se da especialmente en zonas como Ciutat Vella, Sants, Trinitat Nova, Ciutat Meridiana, Trinitat Vella y el Besòs. Por su parte, la escuela concentrada aglutina más alumnos extranjeros en las zonas con familias de alto nivel adquisitivo, como Vallvidrera.
De los 831 alumnos vulnerables detectados por el plan de choque de Barcelona que el próximo año deben comenzar el primer curso de educación infantil (P3), a 793 se les asignó una plaza reservada (el resto cambiaron de domicilio). De ellos, 536 irán a una escuela pública (68%) y 257 (32%) a una concertada. Las cifras se quedan un poco lejos de las previsiones con las que trabajaba el Consorcio, de un 60% y 40%, respectivamente, según un documento presentado al Consejo Escolar.
En el caso de los alumnos vulnerables que se incorporarán el próximo curso a 1º de ESO, los porcentajes son similares: con un total de 1.247 alumnos detectados, a 782 (64%) se les ha asignado un centro público y 465 (36%), uno concertado. Unos porcentajes casi exactos a la previsión del Consorcio.
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