No lo llames ‘pin parental’, es censura y una amenaza democrática
En los últimos días el anuncio por parte de Ciudadanos de que aceptará la exigencia de Vox de aplicar el llamado ‘pin parental’ en Murcia como condición para sacar los presupuestos regionales adelante ha supuesto un enorme terremoto. La primera victoria de la ultraderecha a este respecto es sin duda la eficacia con la que hemos asumido este nuevo concepto, que no deberíamos aceptar ni un minuto más, tal y como ha señalado muy acertadamente Mario Pais, sino que hay que señalar que de lo que estamos hablando es simple y llanamente de censura educativa. Se trata de un asunto que deberíamos tomarnos muy en serio no solo el activismo LGTBI, sino en general todos los demócratas de nuestro país.
Esta censura educativa propuesta por Vox y aplicada por Ciudadanos y Partido Popular debería obligarnos a recordar algunas cosas sobre lo que significa la escuela en un estado democrático. Si nuestra Constitución consagra en su artículo 20 algo tan importante como la libertad de cátedra en nuestro país, o en su artículo 27.2 que la educación debe garantizar el pleno desarrollo de la personalidad humana, no es por una cuestión trivial. La educación es precisamente la base de la ciudadanía, y la ciudadanía es una condición necesaria de cualquier Estado de Derecho.
La ciudadanía presupone por supuesto libertad, igualdad e independencia, y es eso lo que justifica que tengamos entre otras cosas derecho a voto, porque, precisamente como ciudadanos y ciudadanas libres, nada ata nuestra voluntad más que el hecho de ser copartícipes de las decisiones comunes. La ley nos obliga porque participamos democráticamente de su elaboración y, por tanto, es una extensión de nuestra propia libertad. Por el contrario, en tanto en cuanto no fuéramos verdaderamente libres, nuestro voto no sería más que la extensión de aquel que sea nuestro amo, y por tanto en lugar de ciudadanos seríamos súbditos o esclavos y quedaría malogrado el edificio democrático entero. Eso de ser libres es, sin embargo, algo más complicado de lo que parece, pues existen muchas formas de ser esclavo, pero si hay una institución encargada de generar esas condiciones de posibilidad de la libertad, esa es precisamente la escuela.
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