Los efectos de la crisis del coronavirus en los menores de origen migrante
La pandemia mundial de coronavirus (Covid-19) ha cambiado la «normalidad» y la vida cotidiana. Las medidas adoptadas por los gobiernos de toda Europa para contenerla afectan especialmente a los grupos vulnerables, como los menores de origen migrante. El cierre de las escuelas e institutos y la adopción de medidas que imponen aislamiento social pueden tener un impacto negativo y duradero en el bienestar de estos grupos de niños, niñas y jóvenes, y pueden profundizar las desigualdades existentes que ya sufren.
Para elaborar las consideraciones y propuestas que presentamos, escritas conjuntamente con los integrantes del proyecto de otros países europeos (Austria, Dinamarca, Francia, Grecia, Italia, Polonia, Eslovenia, España, Turquía y el Reino Unido), se han tenido en cuenta los posibles efectos de las medidas nacionales y locales para contener la pandemia en la integración de los menores de origen migrante.
Los retos de la educación en línea
Aunque algunos gobiernos y organizaciones proporcionaron ordenadores personales, tabletas y conexión a Internet a los alumnos para aprender en línea desde casa, no pudieron llegar a todos, y el profesorado no pudo mantener el contacto con todo su alumnado. Además, algunos menores de origen migrante tuvieron dificultades para seguir las clases en línea porque no tienen una habitación tranquila ni un escritorio en casa. La falta de habilidades lingüísticas de parte del alumnado de origen migrante agravó la situación. En general, podemos concluir que la educación en línea profundiza las diferencias y las lagunas existentes en el rendimiento escolar.
Desde la investigación debemos recomendar que los centros educativos hagan un seguimiento de la situación de aprendizaje en línea de todo el alumnado y de su capacidad para seguir las clases y mantenerse al día con el temario. Vistas las carencias, los sistemas educativos deberían tener planes de desarrollo TIC listo para tiempos de crisis, que incluyan apoyar la digitalización de la educación y de los centros educativos. Es esencial que estos programas de educación en línea sean sensibles a la situación de los menores de origen migrante de familias desfavorecidas, que a menudo requieren una atención específica a sus necesidades de aprendizaje, especialmente los que se encuentran en centros de acogida. Una de las prácticas que se podría potenciar es la tutoría entre iguales para la mejora de sus habilidades digitales.
Falta de información
La información durante la pandemia fue publicada mayoritariamente por los grandes medios de comunicación, en la lengua principal del país respectivo. En algunos, la información escolar no estuvo disponible en todos los idiomas propios del alumnado y sus progenitores. Esta falta de información en otras lenguas ha puesto en desventaja, cuando no en riesgo, a los menores migrantes y sus familias. Es importante ofrecer cursos de formación que cubran el aprendizaje en línea y la organización escolar en varios idiomas, y que estén adaptados al alumnado y sus familias. Los centros educativos deberían ofrecer sitios web multilingües, y deberían poder comunicarse con familias y estudiantes en varios idiomas, incluyendo la información esencial para el aprendizaje online. Por su parte, los gobiernos deberían desarrollar una infraestructura sostenible para mantener informadas a las comunidades de origen migrante, en donde pueden tener un papel relevante las ONG, como mediadoras entre estas comunidades y el gobierno, que deberían recibir financiación continua.
La implicación de los progenitores y de las familias
Algunos padres o madres no pudieron apoyar a sus hijos con el aprendizaje en línea debido a la falta de tiempo, a la ausencia de información en su idioma, a su limitada alfabetización tecnológica o a la su baja participación en el proceso educativo escolar. Este es el caso particularmente de las familias de origen migrante, que a menudo no tienen este tipo de recursos debido a su privación múltiple. En todos los países en estudio se echaron de menos instrucciones para los progenitores. Es importante que los padres y madres sean percibidos como parte de la comunidad escolar e incluidos en los procesos de toma de decisiones. Los centros educativos deberían pedir a los progenitores su opinión sobre los retos a los que se enfrentan a la hora de apoyar a sus hijos e hijas en el aprendizaje en línea, y deberían organizar reuniones periódicas online con el alumnado de origen migrante, sus progenitores y su profesorado.
La estructura de apoyo a los estudiantes
Muchas familias tuvieron que reorganizar su vida cotidiana para poder cuidar de sus hijos e hijas durante el cierre de los centros. Los estudios, sin embargo, demuestran que los menores de contextos socioeconómicamente desfavorecidos, que a menudo son de origen migrante, se quedaron solos en casa o sus familias tuvieron que agotar las vacaciones para atenderlos, debido a medidas gubernamentales inadecuadas o inexistentes. Esta falta de apoyo durante el aprendizaje en línea empeoró la situación intelectual y emocional del alumnado de origen migrante, que se podría manifestar en un desarrollo desigual de competencias. El apoyo financiero gubernamental debería asignarse teniendo en cuenta especialmente la situación de las familias desfavorecidas económicamente. Profesorado y asesores deberían evaluar la situación emocional del alumnado de origen migrante y proporcionarle ayuda si es necesario (por ejemplo, mediante llamadas telefónicas). Las instalaciones de atención a la infancia y la juventud, y de apoyo a los alumnos, deberían permanecer abiertas durante los períodos de vacaciones para minimizar sus efectos.
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