Fomentar programas y todo tipo de iniciativas que incentiven la participación de las familias, especialmente de origen inmigrante o de otras minorías, en los centros educativos
Propuesta 45 del Libro blanco de educación intercultural. Documento en el que han colaborado más de cincuenta personas expertas, editado por FETE-UGT.
Falta una cultura de participación en los centros, especialmente de las familias.
La participación de las familias en los centros es una de las asignaturas pendientes de los centros educativos, siendo los obstáculos de dicha participación más ideológicos que políticos, afectan a la gran totalidad de los profesionales, pero especialmente a los equipos educativos. En palabras de Baraibar, “la participación de las familias resulta costosa, choca con muchas barreras y es más escasa de lo deseable”.
La comunicación con las familias suele ser poca y casi siempre en un sentido unidireccional. Los centros escolares deben tomar más iniciativas, sobre todo ante aquellas realidades que desconocen. Por eso es importante establecer estrategias para acercar a padres y a madres que tienen mucho que aportar de sus experiencias y tienen mucho que decir sobre la educación de sus hijos e hijas. Es cierto que muchos padres y madres colaboran muy poco en los centros debido a sus horarios, pero es necesario que sean los centros educativos y las diferentes asociaciones implicadas en procesos educativos los que lleven a cabo el esfuerzo pertinente para superar estas barreras y así fomentar un conocimiento mutuo.
Al mismo tiempo, también es importante que padres y madres asuman su responsabilidad educativa, que no es meramente escolar. Las asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPAS) tienen una función social que debe ir más allá de subsanar las deficiencias del sistema educativo. Asumir este protagonismo diferente junto con el profesorado exige fortalecer los canales de comunicación entre ambos, aprovechando todas aquellas actividades educativas y extraescolares que los ponen en contacto y que suponen una oportunidad de establecer un diálogo igualitario entre familia y escuela.
Conseguir una relación más fluida entre la comunidad educativa, especialmente entre los centros y las familias, no se podrá hacer efectivo si por parte de las administraciones educativas no se llevan a cabo medidas dirigidas a la atención y apoyo a las familias.
Acuerdos y criterios comunes que deben ser reflejados en el proyecto educativo de centro y que implican un cambio de orientación en los planes de acogida de los centros, dirigiéndolos no sólo hacia el alumnado, sino hacia las familias en general.
Y puesto que el papel del profesorado es fundamental, de ahí la necesidad que éste reciba una formación inicial y pertinente que le permita reconocer los intereses y necesidades específicas de su alumnado y de sus familias. La formación hoy por hoy sigue siendo voluntarista e individual, con pocos referentes de buenas prácticas interculturales en la escuela y un sentido de acción comunitaria de la educación.
Objetivos de la propuesta
• Promover una cultura participativa en los centros educativos, facilitadora de un mayor protagonismo de toda la comunidad educativa.
• Fortalecer los vínculos entre las familias y los centros.
• Apoyar y reforzar las AMPAS a través de programas y recursos.
• Planificar actividades educativas y extraescolares dirigidas a toda la comunidad educativa.
• Trabajar en la formación, tanto en la formación inicial de los educadores como de la formación permanente.
• Contar con un proyecto integral de educación intercultural.
MEDIDAS DESEABLES PARA LLEVAR A CABO LA PROPUESTA
• Diseño de un plan de acogida con el fin de facilitar a las familias nuevas que se incorporan al centro un conocimiento más preciso de la forma de actuar de éste en varios idiomas.
• Elaborar programas y fomentar iniciativas que incentiven la participación de las familias en los centros educativos.
• Trabajar con las familias y con el profesorado conjuntamente para que se aventuren a conocerse sin precipitarse a juzgarse en función de los estereotipos.
• Creación de espacios y estructuras de diálogo y participación para toda la comunidad educativa.
• Planificación de actividades educativas y extraescolares con la implicación y participación de todos los miembros de la comunidad educativa.
• Dotar de más recursos a las propuestas que se dirijan al apoyo a las familias, especialmente para poder generalizar la Educación Infantil a todos los niños y niñas, y a quienes están destinados al “fracaso escolar” por haber nacido en una familia más vulnerable.
• Planificar un abanico amplio de propuestas de formación permanente donde estén implicadas todas aquellas personas que intervienen en un mismo territorio.
• Llevar a cabo investigaciones que profundicen en esta línea y aporten datos explicativos en este sentido.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
BARAIBAR, J. M. (2005): Inmigración, familias y escuela en Educación Infantil. Madrid: Los Libros de la Catarata.
BESALÚ, X. y TORT, J. (2009): Escuela y sociedad multicultural. Propuestas para trabajar con alumnado extranjero. Editorial Mad.
GÓMEZ, J. (coord.) (2004): La escuela intercultural. Regulación de conflictos en contextos multiculturales. Madrid: Los Libros de la Catarata.