Diez años de vida en guerra
La guerra en Siria cumple 10 años y ya se habla de una generación de niños que pende de un hilo. Unicef asegura que el 90% de ellos, principalmente los casi cinco millones que han nacido desde el inicio del conflicto, necesita ayuda humanitaria. La agencia de la ONU para la infancia hace un llamamiento para alcanzar la paz en esta contienda que empezó el 15 de marzo de 2011, cuando una parte de la población exigió en las calles la renuncia del presidente Bashar Al Asad.
La factura humana de la guerra sobrepasa el medio millón de personas. Casi 12.000 de esos muertos fueron niños, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. A la cifra de fallecidos se suman otros dramas. Más de 5.700 menores de edad, algunos de tan solo siete años, fueron reclutados como soldados para los combates, según Unicef. El ISIS ha sido el mayor responsable: El Observatorio Sirio asegura que el grupo terrorista impartió formación militar a un millar de muchachos que enrolaban en sus filas bajo la denominación de “cachorros del Califato”. Tras la derrota de estos yihadistas en Siria e Irak, en 2019 algunos de ellos fueron tomados como prisioneros y están en los llamados campos de desradicalización, como el de Al-Hol. Tanto en este como en otros por todo el noreste del país languidecen 27.500 niños de al menos 60 nacionalidades, y entre ellos y miles de menores sirios vinculados a grupos armados.
Además, una cantidad ingente de niños sirios mendigan dentro y fuera de su país; otros trabajan en el campo y en fábricas textiles, durante 10 y 12 horas por día, y aumentan las niñas que han sido casadas para que dejen de ser una carga económica para sus familias en campos de refugiados como los de Líbano y Jordania. La situación de los hogares sirios, tras una década de conflicto, es dramática y se ha visto agravada durante la pandemia por el coronavirus. En el último año, el precio de la cesta de la compra ha aumentado más del 230%.
Unicef ha hecho balance de esta década y dentro del drama considera positivo que 3,5 millones de menores sirios hayan podido acceder a la educación formal y no formal en su territorio y en sus países vecinos. No obstante, todavía hay casi 2,45 millones dentro del país y otros 750.000 niños sirios fuera de él que no están escolarizados; el 40% de ellos son niñas.
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