Éxito educativo colectivo
La paulatina extensión de la inmunización gracias a las vacunas permite empezar a dibujar escenarios más flexibles para la convivencia, y uno de los más sensibles es la enseñanza. A partir de una experiencia altamente positiva en este curso, en el que los colegios han sabido mantenerse abiertos con eficaces protocolos para evitar los contagios y, especialmente, con el refuerzo de 35.000 profesores de apoyo que permitió clases más pequeñas y mejor asistidas, el Gobierno ha propuesto a las comunidades las medidas para el curso que viene: si todo va según lo previsto y no se produce una gran recaída, se podrá garantizar la presencialidad en todas las etapas educativas, incluida la ESO, Bachillerato, FP y enseñanzas artísticas y deportivas. Los alumnos seguirán llevando mascarilla desde los seis años y la distancia entre las mesas podrá reducirse de los 1,5 actuales a 1,2 metros. El resto de los protocolos, desde los grupos burbuja a la ventilación constante y las salidas y entradas escalonadas, seguirán en vigor.
La propuesta de los ministerios de Sanidad y Educación se debatirá con las comunidades, que poseen esta competencia, y solo tiene un peligro, y es la supresión de las 35.000 plazas de profesores de refuerzo que este curso han hecho posible la adaptación de las clases a la pandemia. Frente a otros países, donde los colegios han permanecido cerrados durante varios meses este curso, el caso de España ha sido paradigmático de un regreso responsable y seguro a las aulas.
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