Las diversidades como eje de la construcción de la nueva América Latina
La humanidad siempre fue diversa. El planeta siempre tuvo un origen plural, diverso, multicultural y multilingüe. La biodiversidad y la diversidad humana, son elementos consubstanciales a la vida planetaria. Ambos constituyen el mayor patrimonio común de la humanidad.
Sus expresiones son múltiples, y tantas que hasta parece imposible hacer un repertorio de ellas. Más aún, si se tiene en cuenta que la mayoría de las civilizaciones interrelacionan la vida humana y planetaria con la cósmica (de la cual los humanos somos parte), su registro es infinito.
La diversidad de cosmovisiones, de sociedades, de culturas, de formas de pensamiento, de modos de vida, de creación, de expresiones espirituales, y decenas de otros aspectos, configuran un tejido rico en matices y complejo, cuyo entendimiento es uno de los principales retos de las ciencias sociales latinoamericanas y mundiales.
El entendimiento de la construcción de la diversidad como un ejercicio colectivo, de amplio alcance, que abarca desde lo individual hasta lo mundial y que pasa tanto por la construcción de pensamiento como por la práctica, abre un campo de múltiples posibilidades para la construcción de nuevas formas del pensamiento latinoamericano.
Su antítesis más reciente: la homogenización, inherente a la propuesta de la globalización, se levanta sobre pretensiones y tentaciones antiguas, especialmente la de erigir a un solo modelo de civilización como modelo único para el convivir humano.
El colonialismo, el capitalismo, el imperialismo, el patriarcado, respaldan su sustento ideológico en la hipótesis de la superioridad de un grupo, siempre definido por la imposición de relaciones de poder en todos los campos. Es a través de esas relaciones de poder que se ha configurado un estereotipo del dominante universal: el hombre blanco, ganador, heterosexual, de cualquier parte, pero sobre todo del Norte geopolítico.
Ese modelo, remozado de distintas maneras en el curso de la historia es el referente que se pretende imponer a todas las sociedades.
Las características recientes de esta forma de pensamiento se expresan claramente en las dinámicas que resultan de la globalización: la creación de un mundo unipolar; de un solo modelo de intercambio válida, la mercantil; de un solo modo de vida, el consumista; de una cultura universal, y más aún de un pensamiento único…
Los instrumentos para su imposición son los mismos de siempre: la imposición de la fuerza, actualmente la mas notable la de la ideología, encaminada a través de la mayor infraestructura comunicacional de la historia, de las argucias comerciales: la publicidad y el marketing… “ganar mentes y corazones. Pero además de la fuerza militar… El mapamundi, según esto, ya no es aquel de los países sus fronteras y singularidades. Es el de recursos naturales y fuentes vitales, apropiadas ya o en proyecto de hacerlo por las transnacionales.
El riesgo mayor de esta perspectiva depredadora, no es sólo la desaparición del mundo diverso que describimos al inicio de esta presentación; sino la propia desaparición del planeta y de todo lo que el contiene… incluido lo humano… Calentamiento global, agotamiento de recursos vitales: agua; contaminación de las semillas: transgénicos; mutación de todas las especies vivas: manipulación genética…
De allí que la defensa de la diversidad planetaria y humana, a estas alturas, ya no es un hecho folclórico, sino una cuestión hasta de supervivencia. Algo que concierne a todos y todas…
Planteos de diversidad y Pluralidad
Hasta aquí, por diversas circunstancias inherentes a las realidades discriminatorias, y por las relaciones de poder.. la diversidad ha sido percibida como un asunto de los grupos calificados de minoritarios y, aunque los movimientos dedicados a estas causas han producido análisis y propuestas de orden integral, pocas veces estos asuntos han llegado a ser parte nodal de lo calificado como general.
Asimismo, la propuesta para la construcción de un mundo diverso y plural, como también de los problemas relativos a la predominancia de su antítesis: el racismo, el sexismo, la homofobia, la intolerancia religiosa, y otras, ha sido planteada por las y los afectados, es decir por la mayoría del mundo. Múltiples sectores involucrados en la lucha por la erradicación de todas las formas de discriminación, entre ellos el movimiento indígena, la proponen como una alternativa y ética para un convivir humano de paz.
Y, como esta última está inobjetablemente relacionada con el ejercicio del poder y es parte estructural del proceso de globalización, Adolfo Pérez Esquivel «No podemos construir una sociedad distinta sin verdad y sin justicia, sin el derecho de los pueblos a la diversidad». , «únicamente la conciencia crítica, que nos permite diferenciar los valores de los anti-valores, es lo que puede generar y recrear el sentido de la vida. A esta cultura de dominación del pensamiento único, que impone la globalización neoliberal, solo podemos oponer el pensamiento propio, aquel que abre la posibilidad de la inter-humanización».
Bajo esos mismo criterios, en lo que a justicia se refiere tanto el Tribunal de los Pueblos Afro descendientes e Indígenas como el Taller de Políticas Públicas para combatir el Racismo, relevaron la importancia de levantar propuestas de igualdad de oportunidades que, lejos de ser concebidas como parches al sistema, conduzcan a reparar las desigualdades históricas que relegan a la exclusión a pueblos enteros.
«Tenemos que alimentar una conciencia crítica para generar, en la diversidad, una sociedad de iguales, para lo cual tenemos que liberarnos nosotros mismos del estado de opresión que existe en nuestras conciencias y actitudes, en nuestros comportamientos cotidianos. Si nosotros no podemos liberarnos, no podremos liberarnos de las estructuras. Solo en la diversidad se podrá crear una sociedad de iguales», agregó Pérez Esquivel.
Nobel Rigoberta Menchú Tum, en el marco del evento antes mencionado, al colocar «La puesta en práctica de la diversidad en el mundo de hoy, al centro de las esperanzas por encontrar solución a los problemas que dividen a la humanidad y ver cristalizados los ideales y las utopías de un mundo diferente».
Fuente: FEDAEPS