La alimentación saludable va por barrios: en los ricos hay más ecológico y en los turísticos, ‘fast food’
Las diferencias entre los barrios ricos y pobres de las ciudades tienen consecuencias, desde la esperanza de vida hasta los resultados académicos de sus habitantes. Una brecha que también afecta a la distribución de los locales de alimentación. Una serie de estudios del Institut d’Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona (IERMB) muestra cómo las tiendas de productos ecológicos y frescos abundan mucho más en las zonas acomodadas que en las desfavorecidas. Además, destaca cómo los ‘fast food’ se disparan en los distritos más turísticos.
«El nivel socioeconómico está vinculado con la diversidad de la oferta. Existe una relación negativa entre el acceso a elementos saludables y el porcentaje de población en riesgo de pobreza», advierte Marta Garcia-Sierra, autora de los informes junto a Elena Domene, ambas especializadas en sostenibilidad urbana. Los trabajos se han presentado en el marco de la capitalidad mundial de la Alimentación Sostenible que ostenta Barcelona este 2021.
En primer lugar, uno de los datos más destacados que detecta la investigación es que la oferta de productos ecológicos se ha disparado un 38% en los últimos tres años en la capital catalana. De 437 establecimientos se ha pasado a 605, el 10% de la oferta total, que incluye no solo las fruterías y verdulerías ecológicas, las que mejor encajan con el imaginario de este tipo de comercio, sino también supermercados que han incluido estos frescos y ecológicos –de forma no necesariamente exclusiva–, mercados, cooperativas de consumo y huertos urbanos.
El problema es que su distribución es muy desigual en la ciudad. En buena medida se debe, según las investigadoras, a que estos productos son más caros y menos accesible para los hogares de renta baja. «Existe un factor de exclusión en el acceso a estos alimentos», corroboraba Garcia-Sierra.
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