El curso comienza para cientos de alumnas de origen extranjero
Nos llaman de un medio de comunicación interesándose por las chicas que este año no acudirán a clase por razones culturales. Después de la sorpresa inicial, intento rebatir con una lista de argumentos, el por qué sería mucho más interesante mostrar cómo las niñas y las alumnas de otras culturas se incorporan a las aulas, e intentar no contribuir a los estereotipos que pueblan el imaginario colectivo y refuerzan la idea de fracaso escolar como destino para el alumnado inmigrante. Como si nada, todos mis intentos parecen ser pueriles y después de un “lo tendremos en cuenta” se despide lacónicamente. El éxito que se está viviendo en muchos de los centros educativos no parece interesarle. Por citar tan sólo unos ejemplos, recurro a las experiencias que tenemos en Aula Intercultural, como el programa que se está realizando entre el Instituto Renacimiento y el Secretariado Gitano para empoderar a las chicas adolescentes evitando el absentismo escolar. Otro ejemplo a resaltar es la experiencia del Centro San Antonio de Portaceli en Siguenza con un alumnado de más de veinte nacionalidades distintas en el que se trabaja la igualdad entre mujeres y hombres, así como la prevención de la violencia, o el programa de “charlistas” que se está desarrollando en el Instituto de Salvador Allende de Fuenlabrada.
Según datos del Ministerio de Educación 7,6 millones de jóvenes empiezan este curso escolar 2009-2010, un 2,6 por ciento más que el anterior y supongo que aunque la nota de prensa del Ministerio habla de los jóvenes en masculino, también hace referencia a las alumnas. En el curso anterior, el total de alumnado extranjero en la enseñanza no universitaria representaba del 9,7 por ciento del total. Las cifras son muy frías, pero detrás de los números se encuentran las historias de cientos de niñas cuyas familias proceden de Marruecos, Ecuador, Rumanía…y el esfuerzo de profesores y profesoras porque en el aula se logre la igualdad de oportunidades entre chicos y chicas desde el respeto a la diversidad. Una diversidad no exenta de complejidad que supone todo un reto tanto para las familias, como para las alumnas y el centro educativo. Los conflictos, no podemos obviarlo, están presentes cuando se confrontan los valores culturales que definen los roles que deben ocupar las mujeres en la sociedad y en la familia, como dice Rosa Cobo, desde una perspectiva feminista cabe decir que una parte de esos conflictos que tienen la apariencia de ser culturales, en realidad son conflictos de género.
Y porque los conflictos están, y no desaparecerán solo por el hecho de que las chicas acudan al centro es importante incorporar estrategias para trabajar la igualdad desde una perspectiva intercultural que tenga como referente el marco de los Derechos Humanos, el laicismo y el marco de leyes referentes a la Igualdad y la prevención de violencia contra las mujeres.
Hace unos años, un grupo de chicas de secundaria me invitó a una mesa redonda en el Centro de Madrid. Eran unas jornadas que había organizado la asociación de estudiantes de un Instituto para hablar de Interculturalidad. A mi lado, como ponente estaba sentada una joven de dieciséis años que había nacido en Marruecos y ahora vivía con su familia en España. Intervino antes que yo, y nos relató con mucha seguridad cómo imaginaba su futuro como ingeniera. Cuando le preguntaron qué opinaba su familia ella explicó que al principio su padre se había negado en redondo, pero fue su madre la que consiguió convencerlo para que tuviera las oportunidades que no ella no había tenido. Como ella cientos de chicas están trabajando por encontrar un camino en el que construir una identidad segura en la que no tengan que renunciar a sus derechos de igualdad.
Años después, desde FETE UGT realizamos una investigación sobre la gestión de la interculturalidad en los centros educativos, para la cual iniciamos un trabajo de campo entrevistando a los equipos de colegios e institutos. En el corazón de Barcelona, llegamos a las puertas de un Instituto en la hora de entrada, la presencia de las madres nos hizo tener la impresión de estar en la ONU. En el centro estudiaban chicos y chicas de más de veinticinco nacionalidades distintas. Estuvimos entrevistando al director hasta la hora del recreo. Cuando sonó la campana, por las enormes escaleras bajaron corriendo chicas y chicos cuyas familias procedían de los lugares más diversos, desde Cataluña a Maruecos, Senegal, Pakistán, Polonia, Ecuador, Republica Dominicana, Rumanía… desaparecían por las puertas en dirección al recreo. Distintos acentos, diferentes vestimentas…¿Cómo eran las relaciones entre las chicas y los chicos de procedencia cultural tan diferente?. En el centro, nos explicaba el director entusiasmado, habían abierto el espacio para hablar de las relaciones. En todos los cursos, una vez a la semana se realizaba un taller de relaciones afectivas, en el que se profundizaba en la igualdad entre mujeres y hombres, las relaciones de amor, los cambios culturales y las identidades. Además realizaban actividades de Orientación Profesional no racista y no sexista. Como había un número importante de alumnas procedentes de Pakistán, una profesora de su país que daba clase en la Universidad de Barcelona daba charlas a las familias y al alumnado sobre las salidas formativas y profesionales. Una idea excelente para ofrecer un referente positivo.
Existen conflictos culturales que repercuten directamente en los derechos de las alumnas, es importante saberlo. Pero la escuela puede pasar a ser de lugar donde se reproducen las desigualdades culturales a un espacio donde tengan lugar los encuentros interculturales. Para ello es necesario plantear estrategias para educar en igualdad…Y esto no es ninguna ingenuidad. Con explorar las experiencias que ya están en práctica podremos comprobarlo. Es esta la dirección en la que tenemos que seguir trabajando… con investigaciones…datos segregados por sexo por favor!!! Recursos didácticos para trabajar en las aulas, formación en interculturalidad y género en los cursos iniciales y continuos de magisterio, programas de orientación no sexista y no racista, formación en igualdad en el curriculum…
Existen muchos trabajos muy interesantes publicados, para las personas que estéis interesadas en este tema, podéis encontrar en esta página de FETE UGT:
Experiencias en género y educación intercultural.
Muy recomendable el libro que FETE-UGT ha editado con el CIDE (Ministerio de Educación) y Catarata con el título Interculturalidad, feminismo y educación de Rosa Cobo, Alicia Miyares, Celia amorós, Ana Sánchez Bello y Luisa Posada.
Como la conferencia de Amelia Valcárcel: La democracia, el velo y la tolerancia.
Y un vídeo estupendo que podéis descargar de nuestro sitio web noracismoynosexismo, que habla de las mujeres europeas romanís.