Un proyecto coeducativo integrado en el currículum oficial
de todo el Centro

El colegio de Educación Infantil y Primaria Severo Ochoa, es un centro pequeño, de una línea (un aula por curso), donde todo el equipo docente trabaja conjuntamente en un proyecto de coeducación transversal. Tutores/as y especialistas de las distintas materias planifican cómo incluir en sus asignaturas la equidad de género en cada curso escolar. ¿A qué se refieren cuando hablan de coeducación? A "un proceso intencionado de intervención a través de la cual se potencia el desarrollo de niñas y niños partiendo de la realidad de dos sexos diferentes hacia un desarrollo personal y una construcción social comunes y no enfrentados". Que, a su vez, reconoce y valora las diferencias individuales y entiende que la diversidad es fuente de enriquecimiento.

Antes del curso 2004-05, el Severo Ochoa trabajaba la equidad de género, pero fue a partir de este curso cuando el centro lo incorporó en su proyecto curricular de forma sistemática. ¿Qué sucedió para asumir este giro curricular? La coordinadora del proyecto coeducativo, Maria del Carmen Espín, nos relata la historia de esta gran aventura en la que siguen embarcados y que comenzó con un folleto con la convocatoria de un concurso de Coeducación que nos hizo llegar a todos los centros el Instituto de la Mujer de Murcia.

"El barrio en el que está ubicado el centro es de nivel medio bajo. Hasta hace 10 años el alumnado era español, pero en muy poco tiempo ha variado y ahora es mayoritariamente migrante, especialmente de Marruecos. No fue un cambio paulatino, fue de golpe. Lo que hasta entonces estábamos acostumbrados a trabajar, los niveles que estábamos acostumbrados a alcanzar y el modo de trabajar ya no servía para el alumnado nuevo. Esto provocó un poco de desmotivación en el profesorado en el año 2004-05. La dirección y la orientadora que había entonces buscaron algo que sirviese de revulsivo para animar al profesorado. En ese curso, el instituto de la Mujer de Murcia ofertaba unos cursos de coeducación para profesores/as.

Un folleto llegó a manos de la orientadora que lo propuso a dirección y se trató como punto en el orden del día en una reunión de la Comisión de Coordinación Pedagógica, donde estaban los coordinadores de todos los ciclos, y a todos nos pareció bien". El Instituto de la Mujer aprobó el proyecto y desde entonces ya no hay freno. "En todo momento el Instituto de la Mujer de la Región de Murcia nos ha apoyado y ha sido nuestro principal colaborador en todo el desarrollo del proyecto."

Necesidad, casualidad y motivación. En ese orden se desarrolla la historia de este proyecto coeducativo que curso tras curso se ha ido actualizando y que ya ha sido premiado en varias ocasiones. Primero, la coeducación fue el revulsivo para encender la imaginación colectiva del profesorado en un momento difícil. Después de subirse, no han podido abandonar el barco de la coeducación. En el año 2005 se concedió el Primer Premio de Acción Magistral otorgado por la FAD. El segundo premio Irene, con el que el centro fue galardonado en el 2006 por el Ministerio de Educación, es un reconocimiento al trabajo en pro de la igualdad de oportunidades y la resolución de conflictos de forma no violenta. A nivel regional se les concedió el Premio 8 de Marzo de 2007 de la Región de Murcia por su trabajo en el ámbito de la región de Murcia y su lucha a favor de la igualdad entre hombres y mujeres.

Desde el curso académico 2006-2007 el Colegio Severo Ochoa es el centro coordinador del Proyecto Europeo Comenius "Integración Social: Coeducación". Dicho proyecto tiene una extensión de tres cursos teniendo como objetivos trabajar a nivel curricular la igualdad de oportunidades entre chicos y chicas, la prevención de la violencia de género y la resolución de conflictos. En este proyecto son socios de dos centros europeos: l Circolo Didattico Legnago 1, en la localiad de Legnago, Verona (Italia) y Przdeskole Nr 5 Misia Uszatka en la localidad de Nowa Deba (Polonia).

Género, interculturalidad y familias
Según la justificación del proyecto coeducativo que recibió el premio Irene, el "proceso migratorio añade dificultad a la legitimación de la desigualdad". Según Carmen, ya habían observado la discriminación de las chicas pero fue con la llegada de alumnos/as de otros países, especialmente de Marruecos, cuando se hizo más evidente.

Gestionar los conflictos de género en el marco de la interculturalidad es un asunto muy complicado, ¿cómo conciliar el respeto de las distintas culturas con la igualdad entre chicas y chicos? "Respetamos las creencias culturales y religiosas pero, a la vez, tratamos de dar opciones, posibilidades, haciendo ver que hay otros planteamientos al tratamiento de la mujer. Tratamos de ofrecer la perspectiva que da nuestra constitución: que todos somos iguales y tenemos los mismos derechos. Tenemos claro que con nuestro alumnado, venga de donde venga, ésta es la línea en la que tenemos que trabajar. Pero siempre desde el respeto. Si hay niñas que no pueden hacer determinadas cosas porque no se lo permite su cultura, nosotras intentamos abrir unas cuantas posibilidades; si luego optan personalmente por no usarlas, está bien, pero que por lo menos tengan la opción de saber que hay un abanico de posibilidades y que si quieren pueden optar a ellas".

¿Y con las familias? "Con las familias intentamos razonar, que den argumentos cuando no se le permite a la niña hacer determinadas cosas y que vean que no hay ningún problema, que es capaz de hacerlas y que no pasa nada". Una tarea complicada y que requiere tiempo y tacto, Carmen es consciente de la dificultad, pero a la hora de recordar se queda con las experiencias positivas y nos cuenta el caso de una chica que quería ser futbolista, estaba en 5º y llevaba pañuelo: "Ella misma le explicó a su familia que le gustaba el deporte y que no había ningún problema en practicar el deporte usando pañuelo. Intentamos fusionar una cosa con la otra.

Vincular a las familias de todos los alumnos y alumnas, independientemente de su origen, con las decisiones del centro en torno a los valores es otro de los objetivos. De momento han trabajado con ellas proporcionándoles orientaciones sobre la igualdad entre chicos y chicas para lo que el AMPA juega un rol imprescindible