IES FRANCHY ROCA. Gran Canaria

MARTA // COORDINADORA DEL COMITÉ DE DERECHOS HUMANOS DEL IES FRANCHY ROCA, QUE FORMA PARTE DE LA RED CANARIA DE ESCUELAS SOLIDARIAS


"Los alumnos que visitan los campamentos saharauis se forman su propia experiencia"

¿Cómo empieza la historia de la Red Canaria de Escuelas Solidarias?
Marta:
Empezó hace 15 años. Un grupo de profesores de Gran Canarias por su cuenta para trabajar la educación en valores y fueron añadiéndose más personas. El grupo se hizo más grande y empezaron a hacer actividades sonadas en la calle que salían en el periódico. La Consejería de Educación se enteró y los apoyó: nos dio dos horas dentro de nuestro horario escolar para reunirnos todos. Entonces, se extendió a nivel de todas las islas. Empezaron 40 centros y todos los años se sumaban más.

¿Cuáles son los principios comunes en todos los centros?
M.:
Cada centro es libre de hacer las actividades que quiere. Al reunirnos los jueves vemos puntos comunes, la Red tiene unos mínimos y hacemos actividades comunes como el día de la Paz, donde en Gran Canarias, por ejemplo, salen 1.000 alumnos a la calle. Como centro, todos los años elegimos tres temas y celebramos los días conmemorativos.

Desde la Red estáis trabajando con los campamentos de refugiados/as saharauis, ¿podrías explicarnos en qué consiste la experiencia?
M.
: Después de que unas profesoras fueran por su cuenta en 1998 con alumnos a visitar los campamentos saharauis, comenzaron a ir más centros y nos enteramos. Y en la Red surgió la idea de hacer el proyecto 'Canarias entre Culturas' con todos los institutos de todas las islas. En marzo de 2007 fuimos 16 centros, 147 alumnos y profesores.
Le preguntamos al Frente Polisario que qué material hacía falta y nos dijo que el deportivo. Hicimos una campaña para recoger material en los centros, y la Consejería nos dio 45.000 €, más lo que pusimos nosotros para el viaje.

Llevamos más de 2000 kilos de materiales y nos hermanamos con las escuelas de allí. Al ir allí vimos la realidad y nos plantearon sus necesidades: necesitaban mucha formación profesional, formadores de educación especial a los jóvenes.
En diciembre de 2007 fue un grupo de chicos y chicas de una asociación del Instituto Pablo Montesinos, de Gran Canarias, para dar unas jornadas de animación sociocultural 'Sáhara Joven'. Estaba dirigido a un grupo de jóvenes saharauis para que emplearan el tiempo libre en actividades lúdicas y a la vez lo aplicaran al resto de jóvenes de allí como educadores. Fue un éxito para ambas partes. También viajaron una psicóloga y una pedagoga y un miembro de la Asociación de Profesores para formar a profesores de las escuelas de discapacitados de allí en educación especial, que fue otra de las necesidades que plantearon.
En marzo de 2008 no teníamos dinero y fuimos 16 profesores y alumnos por nuestra cuenta y llevamos 300 euros a cada escuela (dinero que reunimos de las subvenciones de ayuntamientos). Todo esto está controlado por el Ministerio de Educación de allí.
En diciembre de 2008 volvió el grupo del proyecto 'Sáhara Joven' para seguir formando a los jóvenes de allí y yo fui para organizar el "I Encuentro Intercultural Sáhara- Canarias" que hicimos este año (2009) en Semana Santa, en una residencia saharaui de niños y niñas que están estudiando Secundaria. Estuvimos sólo dos días porque los saharauis valoran mucho no perder las clases y la condición que nos puso la ministra saharaui en diciembre cuando yo fui era que no perdieran clase. Así que aprovechamos los días de fiesta. Hicimos talleres al margen de las típicas presentaciones y fueron las autoridades de allí.
Ese año, gracias al Cabildo de Gran Canarias, llevamos 18.000 € para allá y se repartieron en las escuelas según las necesidades que el ministerio saharaui nos dijo. Estuvimos 3 días en las familias que nos acogen y otros dos en la residencia. Hay alumnos que han repetido. Es muy buena la impresión que da conocer a esta gente.

¿Cuál es el papel de la Asociación de profesores y profesoras en el proyecto con el Sáhara Occidental?
M.:
El primer año que planteamos el gran proyecto tuvimos que constituirnos como asociación para que nos pudieran ingresar las subvenciones, y creamos la Asociación Canaria de Enseñantes por la Paz y la Solidaridad. Todos los socios somos o hemos sido miembros de la Red Canaria de Escuelas Solidarias. Ahora sin el apoyo de la Consejería hemos podido salir adelante con la Asociación porque podemos buscar por nuestra cuenta subvenciones.

Los aprendizajes de estas experiencias vivenciales por parte del alumnado y el profesorado son muy enriquecedores, ¿cómo se comparten con en el resto del centro?
M.:
Antes de ir a los campamentos hacemos formación para no ir allí sin saber a dónde vas. Hay una asociación de jóvenes saharauis en Canarias que van por los centros poniendo vídeos y, al ser jóvenes, calan un poco más en los alumnos. Además está la Asociación de Amigos del Sáhara que van por los centros.
En el primer viaje se hizo una unidad didáctica preciosa que se llama 'Escuelas de Salitre y Arena', y se trabaja en los centros

antes de ir. Si hizo con la experiencia de allí. Una vez que van, los alumnos se forman su propia experiencia. Hacemos también un vídeo que se pasa por todos los institutos.
Los periódicos, las radios y las televisiones se interesan mucho y los propios alumnos van a contar sus experiencias, eso tiene más valor que lo que contamos nosotros. Cuentan cómo la vida les cambia, cómo es vivir en un lugar donde tienes un motor para la luz y tienes que apagarla pronto, donde tienes que usar muy poco agua para lavarte la boca.
Es un proyecto de cooperación, queremos que los niños vayan, pero también tienen que pagar algo, sino es un viaje simplemente.

Escuela de un campamento de refugiad@s saharaui. Fuente: RCES

¿Cómo os coordináis tantos centros de distintas islas?
M.
: Antes teníamos dos coordinadores para todos los centros de Canarias. Pero la Consejería de Educación nos ha quitado el apoyo en este curso, en septiembre mandó un mensaje a la Coordinadora para decir que no daba la comisión de servicios y nos quedamos sin una coordinadora. El coordinador que quedaba, para las siete islas, es decir, para los 134 centros, dimitió. Dicen que no tienen dinero y que este trabajo que estamos haciendo no hace falta trabajarlo a parte, que son temas que ya se estudian en los ejes transversales. Sí nos han mantenido las dos horas, pero este año funcionamos con voluntariedad de cada uno, pero muy bien, trabajamos por comisiones. El año que viene, que no tendremos horas, cada coordinador de cada centro intentará que los últimas horas de los jueves no tenga que estar en el centro, para ello tratará de coger todas las horas libres juntas para usarlas para las reuniones.
Ahora que estamos sin coordinador la web nos ha servido de gran ayuda. Hacemos encuentros presenciales, un año en Gran Canarias y otro en Tenerife que son las islas mayores.

Eres la coordinadora del Aula de Derechos Humnaos del instituto, ¿cuál es el papel de este Aula en la Red Solidaria y en el IES Franchy Roca?
M
.: Cada centro de la Red tiene un Comité de Derechos Humanos formado por alumnos y alumnas de todos los cursos que quieren. Tienen que cumplir un mínimo de responsabilidad: ir a las reuniones, asumir que no pueden salir todos. Se trabaja la educación en valores en las propias clases, temas que el profesor piense que son de actualidad, cada centro es libre. En la Red hay muchos materiales educativos que usamos. Yo doy unidades pequeñas para que las trabaje todo el centro en sus tutorías, sobre desigualdades de género, sobre la guerra, etc.; se las doy al orientador y él se las da a los profesores y lo trabajan en tutorías todos los alumnos. El IES Franchy Roca tiene esa suerte. Solemos trabajar mucho con otros proyectos del centro, como el de interculturalidad, porque luchamos por lo mismo.
También realizamos proyectos y campañas con el Sáhara y Colombia. Hacemos rastrillos en navidades con material que traen las familias y los vendemos después. Este año hice un chocolatada con churros, el centro puso el dinero para comprar el chocolate y los churros y los vendimos; el dinero que se sacó fue para el Sáhara. Como la profesora de plástica está implicada, hicieron un cuadro sobre el Sáhara y lo rifamos para sacar dinero para el Sáhara. Ahora ya no está aquí, pero se ha llevado el proyecto a su centro. Esto es una cadena, de cinco centros que empezaron ahora somos 134.