Inmersión
lingüística, pero también afectiva
La puesta en marcha de un aula de enlace
y los desafíos
A
través de internet accedimos al blog del Aula de Enlace
del IES Alonso Quijano y decidimos llamar al centro
para realizar una visita. El jefe de estudos, al teléfono,
reconoce la suerte del centro por la "iniciativa"
de las dos profesoras, Maria del Carmen Muñoz y Maria
Teresa Robles, que coordinan y dinamizan el aula de
enlace desde que ésta comenzó su andadura hace cinco
años. Con ellas concertamos una visita al centro en
horario escolar.
Maria
del Carmen, profesora de inglés antes de empezar en
el aula de enlace, nos presenta a su alumnado: son
12 chicos y chicas de Rumanía, China, Siria, Brasil,
Ucrania y el Congo. Han llegado a España hace relativamente
poco, no dominan el castellano y, antes de integrarse
completamente en un aula de referencia con el resto
del alumnado, aprenden el idioma en el aula de enlace.
"El
Aula de Enlace (AE) responde a la necesidad de
darle una respuesta al alumnado inmigrante que
viene. Es como un vehículo intermedio entre no
saber la lengua e integrarse en un aula donde
no se habla nada más que castellano", nos cuenta
Carmen mientras el alumnado termina unas actividades
sobre la excursión que acaban de realizar por
la ciudad histórica de Alcalá de Henares.
Los niños y niñas del aula de enlace (AE) tienen
un nivel muy bajo de castellano y lo que se pretende
inicialmente es actualizarles en el idioma, que
consigan un nivel A1 o A2 para que se puedan integrar
en las aulas con el resto del alumnado |
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. "Pero
el idioma no es el principal problema, sino el emocional",
advierte Carmen: hay niños que vienen que se han separado
de sus familias; parte de las familias está aquí y
la otra en sus países, donde también están sus amigos...Tienen
mucha tristeza. Lo que se hace aquí es un poco de
unión entre su familia y el aula de referencia".
Ese
día, cuenta la profesora, hay un niño que no ha acudido:
"está enfermo, pero más que enfermo físico lo que
se ocurre es que echa mucho de menos a su familia
y está triste continuamente". Sergi, un chico rumano
que estuvo en el AE en otro curso, lo expresaba así
en el blog del AE: "Normalmente la gente de España
es simpática y agradable, pero echo de menos Rumania,
mi familia, especialmente mis abuelos. Mis padres
tuvieron que venir a España a trabajar, porque no
teníamos dinero".
"Tratamos
de que la ruptura no sea total, que haya relación
entre lo que ellos han dejado y nosotros". Carmen
nos muestra algunas de las actividades que realizan
para lograr ese objetivo, como los trabajos en internet
donde buscan información sobre sus países, "entramos
en google y les encanta enseñarnos dónde viven ellos".
Además, el aula de enlace favorece la relación grupal
a través de juegos, de esta forma no están solos cuando
llegan al centro.
La
comunicación, clave del seguimiento del alumnado
El
seguimiento del alumnado del aula de enlace se hace
con sus familias y con el profesorado a cuyas clases
se van integrando a medida que aprenden el castellano.
Es un seguimiento previo a su ingreso en el aula de
enlace y también posterior.
"Nos
ponemos en contacto con los padres para que nos cuenten
la situación para ver cómo viven, si tienen un sitio
para estudiar, si viven con muchas personas; pues
hay muchas cosas detrás que desconocemos. Y si falta
alguien, tratamos de saber qué le pasa. Y esto no
se hace en las aulas de referencia". El contacto con
la familia se realiza desde el primer día, con un
Plan de Acogida, y después por teléfono. También por
otros cauces: durante nuestra visita al aula de enlace
del IES Alonso Quijano, una alumna le entrega una
nota a la profesora, su madre ha escrito en ella que
'ha encontrado trabajo', 'que ahora está en un sitio
mejor'. "Hay comunicación", es el veredicto satisfactorio
de Carmen.
Cuando
el problema es más complejo, como ocurre con
el absentismo, en el AE tratan de resolverlo,
pero si no tienen herramientas se ponen en contacto
con el Departamento de Orientación, la o el
asistente social, o buscan otras vías más amplias.
"Aquí lo vemos todo, detectamos enseguida si
hay algún problema y encauzamos", sintetiza
la profesora del Aula de Enlace.
A medida que van aprendiendo castellano en el
AE, los y las alumnas se van incorporando a
asignaturas en un aula ordinaria de referencia:
primero educación física, después plástica,
y luego, dependiendo de su nivel, a matemáticas.
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Y cuando han alcanzado un nivel suficiente, las profesoras
del AE se comunican con la persona tutora del aula
de referencia para que los alumnos/as vayan a sus
tutorías, donde se les asigna a un 'alumno/a tutor/a'
que le acompaña en su proceso de integración.
Tomar
la iniciativa
En principio, el centro recibió bien el AE y hoy cuenta
con el apoyo de equipo directivo y todo el profesorado.
Sin embargo, no fue fácil: la mayoría del profesorado
no había oído hablar del programa y los recursos eran
limitados. Como ocurre en otras Aulas de Enlace, la
iniciativa la tomaron las profesoras que creían en
este proyecto. Primero habilitaron un aula del Departamento
de Ciencias, que estaba en desuso. Después, con el
dinero que recibieron de la Comunidad de Madrid, la
fueron equipando (con ordenadores, televisión, recursos
bibliográficos...). Otra de las dificultades: hace
5 años, cuando empezaron con el proyecto, no había
mucho material bibliográfico de enseñanza del castellano
accesible "Yo soy profesdora de inglés, y el método
que usaba en inglés lo aplicaba en el AE".
Desde
el principio, las dos profesoras han pretendido que
el AE jamás fuese considerada como una dificultad
añadida sino como un privilegio de enriquecimiento
intercultural. Estas docentes son muy conscientes
de la función que desempeña el profesorado en la integración
afectivo y curricular del alumnado migrante: "Si en
líneas generales el papel tutorial del profesorado
nos parece importante en el aula ordinaria, en las
circunstancias de acogida a este tipo de población,
nos parece todavía más relevante. Su papel también
es fundamental en la integración del AE en el funcionamiento
general del centro haciendo partícipes a todos los
sectores de la comunidad educativa".
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Tras
cinco años de andadura, el aula de enlace del
IES Alonso Quijano ha ido detectando necesidades
y tratando de reglamentar lo que se ha ido haciendo
intuitivamente. Ahora están trabajando en establecer
Protocolos de Transición. Carmen los
describe como algún tipo de documento con información
de estos niños y niñas migrantes para que, cuando
se incorporan o salen del instituto, tengan
un perfil documentado de cómo ha sido su trabajo
en el centro: el nivel de castellano, sus inquietudes
y habilidades...
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Las
profesoras han comprobado que esta información facilita
su acceso a otros sitios, incluido el ámbito laboral,
al que muchos de los alumnos y alumnos del aula de
enlace acuden después de aprender castellano. También
serían muy útiles para darle un seguimiento al alumno
que se incorpora al aula de referencia en el mismo
y u en otro centro. En este sentido, las profesoras
han detectado que cuando los alumnos se incorporan
a su aula de referencia en determinadas asignaturas
se produce un cierto desconcierto sobre tratamiento
que se les debe dar. "A veces tienen muy buen nivel
curricular pero luego no entienden lo que les piden,
como ocurre con el caso de los niños y niñas chinos
con las matemáticas. Habría que equilibrar: si no
sabe el idioma, trabajarlo, y si lo que no sabe son
las matemáticas, dar más énfasis al cotenido". Su
propósito ahora es trabajar junto con los Departamentos
para ver qué tipo de vocabulario específico necesitan
de las asignaturas, qué actividades relacionadas con
contenidos podrían realizar previamente en el AE para
facilitar su integración posterior. Lo ideal sería
realizar materiales propios en contacto con los Departamentos.
Cuando
le preguntamos a Carmen si no sería más pedagógico
incluir la diversidad lingüística en las aulas de
referencia en lugar de sacar al alumnado extranjero
al aula de enlace, Carmen nos contesta con los pies
en su realidad: "Sí, claro, lo ideal sería trabajar
desde el primer momento con adaptaciones curriculares
en el aula y aprendizaje cooperativo, pero la realidad
no es así. Aunque aquí los profesores son bastante
receptivos, un profesor que tiene más de 20 alumnos
tiene su programa y tiene que seguirlo. Es complicado
que haga un adaptación. Lo que está ocurriendo en
los centros sin aula de enlace es que los alumnos
que no dominan el castellano se sientan en una esquina
y mirar, están sólos, no se relacionan con nadie,
no aprenden nada, están tristes, y al año siguiente
repiten".
Para
esta profesora del IES Alonso Quijano no hay ninguna
duda: "el aula de enlace es estupenda, para los alumnos
sobre todo y también para el centro, porque el profesorado
se va mentalizando de que hay alumnos que vienen y
que poco a poco tienen que ir integrándose".
CONVERSACIÓN
CON XILFA,
ALUMNO DEL AULA DE ENLACE DURANTE EL CURSO 2008-2009
Este
alumno chino estaba en lista de espera para
el Aula de Enlace (AE) del IES Alonso Quijano.
El curso pasado acudía a un centro donde no
había AE, "iba a compensatoria porque era lo
único que había", nos explica Carmen, su profesora
actual, "no se enteraba de nada hasta que vino
aquí y ha avanzado muchísimo. Ahora tiene un
nivel de castellano medio".
¿Cuánto
tiempo llevas en el aula de enlace?
XILFA: Desde semptiembre hasta ahora, como
dos meses.
Y en España, ¿desde cuándo vives aquí?
X: Desde hace quince meses
Cuando
llegaste, ¿a qué centro fuiste primero?
X: A Cataluña primero, estudié catalán.
Luego en 2008, en febrero, vine a Madrid, a
Alcalá. Fui a otro instituto distinto a éste.
En
ese instituto, ¿había un espacio como este Aula
de Enlace?
X: No, no cómo este, era muy distinto. Era
una hora para estudiar español en el aula de
internet, muy poco
¿Qué
te gusta del Aula de Enlace?
X: Aquí se estudia mucho español y castellano,
más que en otros institutos. Para nosotros es
mejor porque aprendemos más rápido. También
porque las profesoras son muy buenas.
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