ANTONIO
VEGA FERNÁNDEZ, ORIENTADOR DEL CEIP SAN ISIDRO
"La
escuela está para ayudar a todos, y si sólo puede
ayudar a algunos, hay algo que no funciona"
El
colegio público San Isidro, ubicado a las afueras
de la ciudad de Benavente, arrastraba desde hace años
el problema de la escolarización irregular, con la
incorporación tardía de alumnado con unas necesidades
educativas muy acuciantes. Ante este problema, se
optó por crear un Aula de Tránsito para acoger a los
alumnos y alumnas recién incorporados y darles un
apoyo escolar. Hablamos con Antonio Vega, del Equipo
de Orientación Educativa y Psicopedagógica.
¿Cuál
es la composición del alumnado del centro?
El nivel de acogida que el centro proporciona a los
alumnos de etnia gitana es verdaderamente interesante,
a juzgar por las preferencias que éstos manifiestan
a la hora de elegir el centro. Teniendo un 20% de
población gitana dentro del ámbito de influencia del
centro, la población gitana que tenemos es de un 50%,
lo que quiere decir que hay alto número de alumnos
de otras zonas que acceden al centro.
Esto
nos pone en una situación de riesgo, y es que de alguna
manera pueda convertirse en un centro gueto. Desde
un punto de vista técnico, se nos podría plantear
la duda en cuanto al tipo de currículum que deberíamos
llevar. El currículum que habitualmente se sigue no
está adaptado para población gitana, sino que es un
currículum de un corte más urbano. En aulas en que
por ejemplo hay un único alumno payo y el resto son
gitanos, la pregunta es ¿aquí que currículum seguimos?
Cuando
hablas de un currículum adaptado, ¿a qué te refieres?
Es evidente que en el planteamiento de vida de la
población gitana hay diferencias significativas con
el de la población paya. Por ejemplo, en lo que tiene
que ver con la orientación hacia el futuro y toma
de decisiones, la población gitana -éste es un indicador
de la desventaja- tienen una orientación muy centrada
en el presente. Raramente, en los contextos familiares,
se plantean decisiones a medio-largo plazo. Eso traducido
a nivel de hábitos de estudio tiene una importancia
nada despreciable, en el sentido de que un alumno
payo puede estar más influenciado para hacer un esfuerzo
de cara a un examen que va a tener dentro de 15 días,
porque dentro de ese contexto normalizado, de unos
niveles socioculturales medios, la gente planifica
más a medio-largo plazo. La población gitana no, tiene
una planificación inmediata, para mañana; el tema
del futuro no se lo plantean como algo preocupante,
viven en el día a día.
Luego
está el tipo de atribuciones que hacemos tanto a los
éxitos como a los fracasos. Dentro de la población
gitana hay una cierta tendencia a asumir que las cosas
son porque son. No están tan acostumbrados como la
población paya a establecer relaciones causales entre
un determinado comportamiento y las consecuencias
de ese comportamiento.
Otro
tema que me parece interesante es el dominio del lenguaje.
La población gitana tiene un dominio, tanto del punto
de vista comprensivo como expresivo, más pobre que
la mayoría de los alumnos. Es decir, son alumnos que
viven en contextos lingüísticos restringidos, por
lo que su currículum está básicamente montado sobre
presupuestos muy distintos.
Por
tanto hay bastantes indicadores que, en lo que tiene
que ver con un centro de enseñanza que escolarice
población gitana, deberíamos tener en cuenta: aspectos
de planificación, sentido del esfuerzo, establecer
relaciones causales, tomar en consideración que nosotros,
como personas, podemos ser directores de nuestra vida.
Muchas
de las cosas que nos pasan podemos cambiarlas si tomamos
las decisiones oportunas, si pensamos que las cosas
no son como son sino que pueden ser como queramos
que sean. Es una cuestión cultural. Y claro, las cuestiones
culturales son más resistentes al aprendizaje que
la escuela pueda ejercer.
¿Cuándo
empiezan los problemas de escolarización irregular?
Teniendo en cuenta el lugar en el que está ubicado
el centro, este problema lo hemos tenido permanentemente.
Cuando hablamos de escolarización irregular nos referimos
a alumnos que no llevan una escolaridad o una asistencia
regular en el calendario escolar, que pueden incorporarse
tardíamente, que abandonan antes de la edad que les
corresponde, problemas de absentismo... Luego las
condiciones laborales de los padres determinan que
sus niños no puedan asistir. Con escolarización irregular
estamos hablado de eso, de alumnos que no tienen una
asistencia regular a clase, y que a eso se une el
desfase no sólo en el desarrollo de capacidades sino
en la adquisición de aprendizajes básicos que le permitan
progresar de curso a curso.
¿Por
qué se piensa en hacer un Aula de Tránsito para dar
respuesta a estos problemas?
Sabemos que hay alumnos que se pueden incorporar más
tarde; sabemos que hay alumnos que pueden abandonar
antes, alumnos que tienen un absentismo alto... lo
que no podemos saber es cuándo suceden estas cosas.
Los profesores tienen de alguna manera un esquema
de funcionamiento de aula, y de repente eso se altera
porque llegan cuatro alumnos con unas necesidades
importantes. Esto genera una ansiedad en los profesores,
en el responsable del equipo directivo que tiene que
dar una respuesta a estos alumnos. Estamos tomando
medidas de planificación que son siempre provisionales:
un centro no puede funcionar sobre la provisionalidad.
Y
todo eso tiene sus efectos sobre el clima del centro.
Uno cuando no tiene respuestas a los problemas, o
es capaz de pensarlos de otra manera o termina habituándose.
El acostumbrarse es una reacción de huida, pero el
problema sigue estando ahí. Lo que hemos hecho es
manejar las variables que sí están dentro de nuestro
control. Tener previsto un lugar, un espacio y una
estrategia para responder a este tipo de dificultades,
que sería el Aula de Tránsito.
El
Aula de Tránsito es en primer lugar una estrategia
organizativa, para dar respuesta a estos alumnos que
se incorporan de una manera irregular. Es un espacio
donde estos alumnos están atendidos por una profesora
de apoyo y con un aula donde hay un banco de recursos
lo más amplio posible para dar respuesta a los problemas
que surjan en el aula. Es en primera instancia un
aula de acogida; el término 'tránsito' hace referencia
a que la permanencia en ella es transitoria. Se acoge
a los niños, y una vez que han incorporado unos hábitos
mínimos de trabajo que les permitan trabajar de una
manera autónoma, se elabora un plan de trabajo individual
que progresivamente van a ir poder desarrollando dentro
de sus aulas ordinarias y con el apoyo del profesor
tutor, y en algunos casos con un profesor de apoyo
específico.
¿Generalmente,
cuánto tiempo suele pasar el alumnado por el aula?
Depende de la situación de cada niño. En función de
su nivel de competencia curricular se establece un
plan de trabajo. Lo que priorizamos es la conexión
con su grupo de referencia, de manera que en determinadas
áreas en las que la socialización es más posible,
como educación física, plástica o religión, los alumnos
siempre están con su grupo de referencia.
La tendencia es a normalizar, es decir, un Aula de
Tránsito que no sea flexible se convertiría en un
aula gueto. El Aula de Tránsito es un lugar donde
al alumno se le ofrece la posibilidad de experimentar
éxito, porque hemos hecho una adaptación de la enseñanza
a la medida de las dificultades que él plantea, y
donde se le va a facilitar que adquiera unos hábitos
de trabajo, que experimente que sí es capaz de tener
éxito escolar.
Ése
es uno de los problemas, el nivel de motivación que
estos niños pueden experimentar cuando se les mete
en la educación ordinaria y no se enteran de lo que
está pasando... Me parece que es una situación injusta,
incluso si me permites entrecomillarlo, podríamos
hablar de "maltrato pedagógico". Tener a un niño durante
4-5 horas, cuando no es capaz de participar en el
aula y no sabe lo que está ocurriendo, es absolutamente
inadecuado.
¿Qué
procedimiento se sigue?
Es necesario que haya un procedimiento absolutamente
claro de manera que todo el mundo sepa lo que hay
que hacer cuando llega un alumno. Cuando llega un
alumno nuevo, es recibido por el jefe de estudios,
que le lleva al aula de referencia que le correspondería
por edad. La profesora que le recibe hace una evaluación
inicial y comunica al jefe de estudios que este alumno
puede ser un candidato al Aula de Tránsito. La profesora
del Aula de Transito hace una evaluación más exhaustiva
y en función de esto se diseña un plan de trabajo
que se desarrolla dentro del aula a cargo de esta
profesora. El alumno asiste con sus compañeros en
el aula ordinaria en áreas como educación física o
plástica, y en aquellas que pueda participar.
Por
tanto, hay una tutorización compartida de estos alumnos.
Su tutor es por una parte el del aula que le corresponde,
pero al mismo tiempo tiene a la profesora del Aula
de Tránsito. Es una fórmula de co-tutorización que
no me parece que sea un tema despreciable, porque
cuando los problemas son complejos y compartidos,
se resuelven mejor, pero sobre todo se evitan ansiedades.
Ese plan se va desarrollando y, a medida que el alumno
va ganando en hábitos de trabajo, plantearíamos un
tránsito a su aula de referencia, ya sea parcial,
a determinadas áreas, o total, cuando el alumno ya
es capaz de participar en el currículum de su grupo
de referencia, aunque sea con algún tipo de apoyo.
¿Considera que en el centro disponen de recursos
suficientes para mantener el Aula de Tránsito?
Este tipo de experiencias tienen su costo. Tenemos
que manifestar que el director que en ese momento
le correspondía al centro fue muy sensible a esta
dificultad y a la propuesta que nosotros le hacíamos.
Se concedió una profesora a tiempo total que fue lo
que permitió poner en marcha la experiencia, de otro
modo no hubiera sido posible.
¿Qué
tipo de alumnado pasa por el Aula de Tránsito?
Por este Aula pasarían todos aquellos alumnos que
tienen unas dificultades importantes para acceder
al currículum del aula que les correspondería por
edad. Por tanto, sea porque tienen un desfase tremendo,
sea porque son alumnos que no han estado escolarizados
previamente, sea porque son inmigrantes... el elemento
determinante es la distancia que hay entre los conocimientos
que ellos tienen y lo que se ofrece en el aula. Si
esta distancia no es salvable con medidas ordinarias
se acogen en al Aula.
¿Cómo valoráis la experiencia?
Llevamos 12 años y no tenemos intención de abandonar.
Es positiva por varias razones. Primero, porque la
provisionalidad de las decisiones desaparece. Hay
un protocolo muy claro de qué es lo que hay que hacer.
El clima del centro mejora. La percepción de eficacia
mejora. Los alumnos asisten más porque se sienten
mejor tratados y atendidos, porque experimentan que
tienen éxito. Y además funciona el boca a boca, son
los propios alumnos los que nos traen a otros. Por
tanto, el aula de tránsito no sólo está resultando
ser una medida efectiva desde el punto de vista de
dar respuesta a la diversidad, sino que además está
siendo una medida desde el punto de vista preventivo
del absentismo escolar. Es una cuestión de justicia.
La escuela está para ayudar a todos, y si sólo puede
ayudar a algunos, hay algo que no funciona.
¿En
el centro se realizan otro tipo de medidas para atender
a la diversidad?
Se ha venido trabajando con todo el aspecto de la
mediación y la resolución de conflictos. La mediación
implica ser capaces de colocarnos en el punto de vista
del otro. Por tanto, todo lo que es activar el pensamiento
reflexivo y el pensamiento causal (que por cierto
es uno de los aspectos en los que los niños en situación
de desventaja tienen más dificultad que los que están
en una situación normalizada), para poner en marcha
este tipo de pensamiento. Este hábito reflexivo es
fundamental. Se trata de enseñarles que las cosas
pueden verse de una manera diferente, más allá de
hábitos más primarios como 'si alguien me agrede,
yo respondo con la agresión'.
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