CEIP AVE MARÍA. Pamplona, Navarra

Padres, madres, familiares y allegados del alumnado del CP Ave María se convierten en los y las docentes de estas materias

El Colegio Público Ave María, en el barrio de la Rochapea, Pamplona, acoge a 285 niños y niñas de muy diferentes entornos. Nacionalidades distintas (más de 25 en total) y expresiones culturales diversas (alrededor de un 20% es alumnado gitano navarro) comparten aulas y recreos todos los días. Una realidad que llena de vida al colegio y alrededor de la cual se han diseñado muchos proyectos a nivel de centro que se complementan entre sí.

Para comenzar, una necesidad: ¿cómo integrar esta riqueza cultural en el currículo y en los contenidos que se imparten? Para darle una respuesta el colegio lleva desarrollando cinco años el 'Proyecto Intercultural de Conocimiento de Culturas' por el cual se modifica el contenido de algunas de las asignaturas de Primaria y se incluyen temas relacionados con los países y/o expresiones culturales del alumnado.

Esta iniciativa forma parte de toda una serie de medidas de atención a la diversidad en el colegio. Se trata de actuaciones y proyectos que parten de un enfoque educativo abierto, en permanente construcción, consciente de la diversidad cultural y humana del alumnado y tendente a implicar a familias, mayores y asociaciones de barrio en la vida escolar. Nos lo cuenta Alberto Iglesias, actual director del centro, quien después de casi una vida entera dedicado a este colegio, es una de las personas que mejor lo conocen. Sus palabras iniciales nos lo resumen:

"Los proyectos en un primer momento estaban sueltos, eran independientes unos de otros. Pero con el tiempo vimos la posibilidad de que todos tuviesen una conexión entre ellos para conseguir objetivos como el conocimiento de las culturas de los países de origen. Esto nos llevaría a desarrollar habilidades de integración social y también a derribar los estereotipos y prejuicios que pueda haber sobre la integración y sus características. Esa es la idea de los ocho proyectos que tenemos en la actualidad en el centro así como el objetivo fundamental de cada uno de ellos".

Los orígenes del enfoque intercultural: el programa de cultura y lengua portuguesa

El colegio de la Rochapea, en un barrio caracterizado también por su enorme multiculturalidad, tiene casi 100 años de existencia. No obstante, fue a principios de la década de los '80 cuando comenzó el fenómeno migratorio del extranjero, y con él, la llegada al espacio escolar de un elevado número de alumnado portugués, así como de otro número significativo de niños y niñas gitanos/as, tanto de Portugal como de Navarra. Lo que entonces llamaron como 'minoría étnica' se configuró en una parte importante del alumnado, por lo que el centro decidió tenerlo en cuenta en su estructura y organización. Nació así el Proyecto de Cultura y Lengua Portuguesa (al cual en esos momentos no se le consideraba proyecto sino simplemente 'recurso educativo'), que todavía hoy sigue vigente aunque con dimensiones menores.

En coordinación con la Embajada de Portugal, al centro entraron dos profesores de portugués a tiempo completo, quienes dieron clase de cultura y lengua de este país al alumnado procedente del Estado luso. También hubo una pequeña adaptación del currículum para el alumnado en general y se incluyeron la geografía y las características de Portugal en la clase de Conocimiento del Medio en todas las aulas de los entonces 7º y 8º d EGB. Por otro lado, se crearon, para todo el alumnado interesado, el Club de Portugués, actividades extraescolares, recursos portugueses en la biblioteca e intercambios de chicos y chicas con Bragança, al Norte de Portugal.

El resultado de esta primera actuación fue, según Alberto Iglesias, "fabuloso", consiguiéndose la integración de todo este alumnado al centro y viceversa. Además de que los niños y niñas portuguesas pudieran recibir contenidos específicos de su lugar de origen, el resto del alumnado y sus familias conocieron Portugal, sus gentes y costumbres, derribándose así muchos mitos y estereotipos sobre los recién llegados. La participación de padres, madres y alumnado en general fue además sorprendente, y una experiencia que les animó a querer seguir trabajando en esta línea.

Adaptando el currículo a las diversidades culturales

Hace cinco años que se implantó el ya mencionado Proyecto Intercultural de Conocimiento de Culturas. En sus orígenes, estaba gestionado por una ONG pero este es el segundo curso que lo organiza y dinamiza el propio centro. El objetivo nos lo dice el actual director de la escuela: "¿cómo dar a conocer todas las culturas que estamos en el centro? No como elemento diferenciador que nos separa, sino para motivar el conocimiento y el acercamiento entre nosotros".

El funcionamiento, muy sencillo a la vez que innovador: incluir en algunas materias contenidos específicos de cada cultura. De este modo, cada año se seleccionan un grupo de cuatro o cinco países de los que habitan el colegio y se trabajan las culturas de dichas regiones en cuatro asignaturas durante diez sesiones a la largo de todo un trimestre. Abarca a todos los ciclos y clases de Primaria. Este año se aventurarán también con Infantil.

Hasta ahora, se ha trabajado en estas cuatro áreas:

  1. En Conocimiento del Medio: dónde está el país, cuál es su alimentación, su forma de vida, sus costumbres, etc.
  2. En Religión. En la clase de religión católica también entran otras religiones. Por ejemplo, ¿quién es Mahoma?, ¿por qué se hace el Ramadán?, ¿cuáles son las costumbres de otras religiones? Se hace hincapié en que las religiones no son contrapuestas ni problemáticas entre ellas.
  3. En Música. Conocimiento de instrumentos y músicos autóctonos de otros países, "incluso había momentos en los que se hicieron auténticos conciertos en las aulas"
  4. En Educación física. Se trabajan juegos y deportes propios de los países elegidos, desde la teoría y desde la práctica.

El cambio más significativo que el proyecto ha experimentado desde que lo organiza el centro, gira en torno a los docentes de dichas materias. En un principio, se invitaba a gente ajena al centro, expertos y expertas, de diversos entornos. Pero al tomar la gestión del proyecto, el equipo encargado del CP Ave María vio que era muy complicado encontrar a los ponentes y se preguntó: ¿para qué buscarlos fuera si en nuestro centro hay muchas expertas y expertos en estos países? El resto fue, como quien dice, coser y cantar:

"Desde el año pasado, los ponentes y las ponentes que imparten estas charlas son los padres y madres de nuestro alumnos. Y en algún caso, son tíos, primos o allegados. Entonces sacamos una circular para poder presentarse al programa. El año pasado lo hicimos por primera vez y fue increíble. Hubo muchísima respuesta, se presentó mucha gente. Hicimos unas reuniones, dejamos libertad, simplemente dando las líneas de una idea básica (sobre lo que podían contar de sus conocimientos, vivencias, etc.) Y la verdad es que fue increíble. Trabajamos Polonia, Argelia, Marruecos, Bolivia, Portugal y Chile."

De los padres y madres nació una idea que en el colegio no se habían planteado: hacer una fiesta gastronómica al terminar los cursos. Las familias de Argelia y Marruecos montaron una fiesta de cous-cous, de dulces, de comidas especiales, que ellas mismas se encargaron de organizar. En la parte musical, las mismas madres trajeron sus tambores y tocaron la misma música que tocan en su fiesta. Luego llegaron Polonia y el resto de las nacionalidades.

Para este curso, todavía no saben los países que se trabajarán. Pero lo que sí saben es que se hará de la misma manera: los padres y madres volverán a ser profesores/as en el colegio, dado el éxito de la convocatoria anterior.

La diversidad en el día a día y en muchos frentes

"En este momento, la línea es trabajar con la inmigración a nivel curricular y social en la medida que podamos". Sobre este pilar se edifica el Proyecto Educativo de Centro en el CP Ave María. No sólo para plasmar la diversidad cultural, sino también para dar respuesta a los múltiples retos que cada día se presentan. En el siguiente cuadro se resumen todos los proyectos y actuaciones, diseñados cada uno de ellos con objetivos específicos pero, como decíamos, muy relacionadas entre sí.

- Proyecto Agrupaciones Flexibles y Apoyo en las Aulas

Objetivo: Solucionar los problemas educativos de los alumnos y alumnas que no llegan a las competencias básicas que se están marcadas para cada uno de los ciclos o niveles.
Funcionamiento: Grupos flexibles por niveles dentro del aula; grupos puntuales de refuerzo escolar; Aula de apoyo; Pedagogía Terapéutica (FOTO); Aprendizaje del castellano.
Metodología: Principio de máxima normalización del alumnado. El niño o la niña sale lo mínimo de su aula de referencia y gran parte de este apoyo se realiza en la propia clase.

 

- Proyecto PROA.

Objetivo: Dar respuesta a una demanda de espacio y condiciones de estudio adecuadas de alumnado que no cuenta con ellas en sus hogares.
Funcionamiento: Cinco horas a la semana durante horario extraescolar un grupo de diez niños y niñas acuden al centro para recibir refuerzo educativo.
Alumnado: Niños y niñas con dichas demandas y con interés para aprovechar este recurso.

 

- Proyecto de Sensibilización sobre el Fracaso Escolar y la Utilización Adecuada del Tiempo Libre de los Niños y Jóvenes Inmigrantes residentes en Pamplona. (Proyecto nuevo puesto en marcha en enero de 2009)

Objetivos: Trabajar aprendizajes de estudio (formas de estudiar, cómo estudiar, subrayado…) así como habilidades sociales y de autoestima del alumnado migrante (cómo te sientes fuera de tu país, cómo te relacionas con tus compañeros...).
Funcionamiento: La Asociación Peruarte va a poner en marcha este proyecto para 20 alumnos/as migrantes. Serán talleres de dos días a la semana en horario de comedor y dos días a la semana en horario extraescolar.
Metodología: Talleres de música y danza como herramientas de desarrollo personal.

 

- Proyecto Intercultural

- Fiesta Intercultural
Objetivo: Celebrar la diversidad cultural y dar a conocer el colegio dentro del barrio.
Funcionamiento: Fiesta en la calle con música, baile, trajes típicos, y muestra gastronómica.
Alumnado: Todos los niños y niñas se implican, junto con sus familias.
Nota: No se hace todos los años

- Programa de Acogida
Objetivo: Facilitar la llegada de alumnado nuevo tanto al principio como durante el curso.
Funcionamiento: Trabajo con familias, alumnado y profesorado
Metodología: Seguimiento individualizado y máxima normalización del alumnado.

 

- Programa Intergeneracional
Objetivos: Fomentar la relación con las personas de la 3ª edad, conocer la cultura popular y tradicional de nuestros mayores y aprender sus valores.
Funcionamiento: Miembros del Club de Jubilados del Salvador de la Rochapea imparten Talleres de Cuentacuentos (durante años anteriores) y ahora de juegos tradicionales tanto en el recinto escolar como en el propio Club donde se reúnen. Esta relación es disfrutada tanto por pequeños como mayores y cada año culmina con alguna fiesta y celebración.
 

 

- Ayudantes de Convivencia
Objetivos: Formar al alumnado en mediación de conflictos y erradicar posibles comportamientos discriminatorios (xenófobos y/o racistas) de niños y niñas.
Funcionamiento: De manera rotativa, cuatro alumnos/as salen al recreo con la función de ser 'Ayudantes de Convivencia', para lo cual deberán resolver conflictos cuando los vean y mediar entre las partes. Para ello reciben formación durante las tutorías y van con una indumentaria específica para que el resto de compañeros/as sepan que tienen esa función.
Nota: Es un proyecto en permanente cambio porque no ha dado los resultados esperados.

 

Mediación, familias y profesorado, tres ejes fundamentales del éxito educativo

Conseguir que todas estas actuaciones funcionen y den buenos resultados, depende de tres factores que en este colegio de Pamplona tienen muy presentes: 1) la ilusión, buena relación, la continuidad y formación del profesorado; 2) la relación de éste con las familias y la implicación de éstas en el proyecto educativo; y 3) el seguimiento estrecho y cercano de cada niño o niña.

Respecto al profesorado, Alberto Iglesias se siente orgulloso al afirmar que casi todos los docentes del Ave María creen en su trabajo y ponen ilusión en el mismo. La mayoría llevan más de dos décadas dedicados a un centro al que, reconoce, no todo el mundo quiere ir, pues una parte de la población lo mira con recelo por estar en un barrio con un alto porcentaje de personas migrantes. Pero para el equipo docente del Ave María esto no es un déficit sino todo lo contrario, y el buen ambiente que se ha forjado durante muchos años es garantía de un trabajo bien hecho. Sin embargo, también hay problemas que hay que ir superando, como el hecho de que cada vez haya más personal interino que llega al centro, a veces sin elegirlo, para uno o dos cursos como mucho, lo que dificulta la construcción de relaciones estables entre los propios docentes, y entre éstos y la familia, así como la continuidad de un proyecto sólido.

La implicación de las familias es un punto derivado del anterior. Desde el centro escolar se apuesta por una estrecha relación con las mismas para que las familias conozcan, entiendan y se impliquen en el proyecto educativo. Algo que se viene haciendo por la cercanía y la continuidad del profesorado. Sin embargo, esta relación en un centro con un número tan elevado de familias diversas es también costosa y complicada. A veces se encuentran con problemas de entendimiento; otras, con obstáculos derivados de que el profesorado nuevo no está hecho a las dinámicas del centro y de las familias; y por último, a que el AMPA tiene muy baja participación. Por lo que, reconoce el director del centro, hay que seguir trabajando.

Para terminar, en el colegio pamplonés se resalta la importancia del seguimiento individualizado de cada niño o niña. Para ello destacan la figura de la trabajadora social, que hasta hace dos años tenían, siendo el único colegio de Navarra en incluirla en su proyecto. Desde que la persona encargada se jubiló, en numerosas ocasiones el Ave María ha vuelto a solicitar a Bienestar Social otro profesional, pero lamentablemente, hasta la fecha no han obtenido respuesta. Las palabras de Alberto Iglesias resumen su función y su relevancia:

"Era una figura muy importante. Cualquier cuestión no sólo educativa sino familiar (de buscar, de ir, de venir...) se gestionaba desde el propio colegio. Era muy importante: ayudas de becas, cuestiones específicas educativas (absentismo escolar, problemáticas familiares específicas como malos tratos o dejación de las funciones paternas o maternas en algún caso...). De todo eso se hacía un seguimiento desde el centro a través de la Trabajadora Social, en coordinación con Bienestar Social, con Policía Municipal, Foral, si había que intervenir... Ahora se tienen que gestionar desde las unidades de barrio. Nosotros como mucho desde el equipo directivo podemos llamar a las entidades si detectamos algún caso de este tipo, mientras que antes sí que las controlábamos y las gestionábamos..."

"Las funciones de la Trabajadora Social eran: mediación de conflictos, resolución de problemas académicos como el absentismo escolar, llegábamos a controlar situaciones familiares de mala alimentación, de detección de problemas familiares y gestión de soluciones a través de otras instituciones (sindicatos, grupos religiosos, etc.) Ahora los profesores no llegamos a hacer todas esas actividades, se nos desborda el horario, y una figura específica para este motivo es lo ideal. Nosotros llegamos hasta donde podemos, pero la Trabajadora Social sí podía dedicarse de lleno a estos asuntos (irse, por ejemplo, al juzgado a media mañana para solucionar un asunto de guardia y custodia, visitar a las familias, resolver asuntos de notas, etc.)"

Ahora, admite, hacen lo que pueden. Para algunos casos cuentan con la colaboración de agentes y organizaciones externas. Es el caso del trabajo que se realiza con la Asociación Gitana 'La Majarí', con la que se trabaja el seguimiento escolar del alumnado gitano y la relación con las familias, y con lo que se ha logrado reducir, por ejemplo, el problema del absentismo escolar en un porcentaje altísimo. Los resultados son muestra de que un seguimiento cercano y una atención personalizada funcionan: actualmente el 90% del alumnado gitano asiste con regularidad a clase. Son pequeños pasos que suponen enormes logros.