IES DIAMANTINO GARCÍA ACOSTA. Sevilla

JOSÉ MARÍA BERDONCES// SECRETARIO

"Las Comunidades de Aprendizaje integran la diversidad del alumnado partiendo de la riqueza de la heterogeneidad"

Un año después de crearse, este pequeño instituto de Sevilla planteó transformar radicalmente su modelo educativo. Antes de decantarse por convertirse en una Comunidad de Aprendizaje, se puesieron en contacto con otras experiencias educativas de escuelas inclusivas exitosas y también con el CREA (Centro Especial de investigaciones en teorías y prácticas superadoras de desigualdades). La filosofía de las Comunidades de Aprendizae fue la que más les convenció y empezaron a funcionar con sus principios hasta que en el curso 2007-2008 entraron a formar oficialmente parte de la Red de Comunidades de Aprendizaje. Ahora son una de las cinco comunidades que hay en Sevilla, y la única de secundaria porque el resto son colegios de primaria

¿Por qué os planteasteis cambiar el modelo educativo tradicional?
JOSÉ MARÍA BERDONCES
: El revulsivo que provocó que el centro se planteara la necesidad de hacer un proyecto de otro tipo fue el primer año que tuvimos de funcionamiento (curso 2003-2004): fue traumático, caótico y muy difícil. Teníamos alumnado que venía de centros que nos les querían y que los fueron mandando al nuestro porque era un centro nuevo. Ese primer año, además, no tuvimos unas instalaciones, estábamos de obra y no se terminaron a tiempo.

El alumnado, además, procedía de centros distintos y no se conocía. El profesorado era muy reducido. No teníamos orientadores, porque la orientadora era al mismo tiempo el jefe de estudios... Los recursos eran mínimos, tanto los personales como los materiales. Por otra parte, ese año fue durísimo porque la conflictividad en el centro fue terrible, hubo muchos profesores que tuvieron que darse de baja por problemas de depresión. A todo eso se unía la poca implicación de las familias.


Ante ese tipo de situaciones cada uno de los profesores y profesoras del centro utilizaban la cultura y la experiencia anterior que tenían. Entonces se pusieron en marcha una serie de medidas que en la práctica vimos que no servían: por ejemplo, al mandar a los alumnos a la clase de apoyo llegó un momento que las
personas de apoyo tenían tantos alumnos que no podían atenderles y aquello era caótico; en cuanto a la disciplina, como no se podía implicar mucho a las familias, pues se actuaba utilizando el reglamento de orden y funcionamiento y las normativas. Si había que mandar algún alumno a la calle se mandaba, pero vimos que eso tampoco era medida porque al final si no nos quedábamos con más alumnos en la calle que en el propio centro. Todo eso nos hizo pensar que había que hacer un proyecto educativo que respondiera a estas características





PILARES DE LA ESCUELA INCLUSIVA QUE PLANTEAN LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE
J.B
.: Estuvimos planteando un modelo educativo que se sustentaba en 5 grandes pilares:
1. La apuesta por la heterogeneidad: partíamos de que ésta podía ser algo valioso si se trabajaba bien con ella y no un problema o una dificultad.
2. Aumentar el número de recursos personales y materiales. Aprovechamos el voluntariado-, padres, madres y todas las personas que pudimos captar en el centro-, también el horario de otro profesorado del centro que utilizaba algunas horas libres para poder colaborar con otros compañeros/as. Empezamos colaboraciones con algunas ONG de la zona para que pudieran llegar al centro y trabajar con las familias y con nosotros. Así fuimos incrementando los recursos. También nos fueron llegando recursos gracias a distintos proyectos que fuimos presentando y que nos fueron aprobando.
3. Otro pilar era trabajar el currículum: qué contenidos ibamos a trabajar con el alumnado. Intentamos integrar en las aulas metodologías de aprendaje cooperativo, los grupos interactivos, que aprovechaban los alumnos que tenían mayor nivel de competencia para colaborar, tutorizar y trabajar con los demás.
4. Consideramos fundamental la convivencia. Teníamos que buscar otro modelo que no fuera tan mecanicista, en el que el alumnado hace algo y se le aplica una medida. Buscar un abanico más amplio de medidas, graduándolas y al mismo tiempo implicando a las familias en esas medidas. Y así se empezaron a hacer algunos contratos de compromiso con las familias, que se firmaban previamente. Conseguimos que una educadora social viniera al centro y empezó a colaborar con nosotros en el trabajo con las familias.
5. Por último, consideramos que era fundamental formarnos conjuntamente y pedimos al Centro del Profesorado (institución aquí en Sevilla que se dedica a la formación del profesorado) que nos aprobara algunos grupos de trabajo donde empezamos a trabajar conjuntamente el profesorado y alumnado sobre temas concretos del centro, como el bulling. En una ocasión hubo un problema de violencia en el aula y se creó un grupo de trabajo sobre bulling con los padres del alumno agredido, los agresores, el profesorado, el alumnado y el voluntariado. Y estuvimos trabajando todo ese año ese tema. Luego empezamos a trabajar las tertulias literarias con las familias por las tardes, como una medida de formación conjunta y de acercamiento y formación de las familias.

¿Cómo funcionan en la práctica los grupos interactivos? ¿cómo mejoran el aprendizaje?
J.B.:
La dinámica de los grupos es sencilla. Las clases siempre las tenemos divididas en equipos, sobre todo en primer ciclo. Si en la clase hay 25 alumnos, se forman 5 grupos heterogéneos, de manera que en cada equipo haya un alumno con un nivel alto de competencia curricular, otro con nivel mediano, otros, a veces, con necesidades educativas especiales, repetidores, alumnos conflictivos...La heterogeneidad es un punto de partida que vamos a aprovechar para poder trabajar dentro del grupo. En las sesiones que dedicamos a los Grupos Interactivos, cada grupo tiene un voluntario que se sienta con él a trabajar. Su papel no es reproducir el papel del profesor, sino coordinar el grupo, estimular para que los compañeros se ayuden unos a otros, que se produzcan interaciones dentro del propio grupo... Porque las actividades que hacemos normalmente las graduamos para que siempre el alumno que mayor competencia tiene en el grupo pueda terminarlas antes, así el resto del tiempo lo dedica a tutorizar a sus compañeros, a facilitar ese aprendizaje entre iguales. Cada 15 minutos se va rotando la actividad de tal manera que al cabo de la sesión todos los grupos han pasado por todos los voluntarios y todos han hecho todas las actividades propuestas.
El Grupo Interactivo facilita la aceleración del aprendizaje de los alumnos, porque durante cada 15 minutos están cambiando y, además, el compromiso que tienen es que nadie cambie de grupo mientras no acabe el grupo entero.
Además, los días que trabajamos con Grupos Interactivos, la situación de conflicto que pudiera darse en el aula se atenúa mucho porque hay 4 o 5 adultos, a veces más, dentro del propio aula.

¿Cuáles han sido los resultados en el rendimiento académico y la convivencia?
J.B.:
En cuanto al rendimiento objetivo del centro, hace 4 años casi el 50% no promocionaban. En el penúltimo curso han promocionado un 73% y en el útimo (2007-2008) más del 80%. Los resultados han ido mejorando año tras año, levemente, pues no se da un cambio radical de un año para otro.

Y con respecto a la convivencia, lo mismo, los primeros años el centro era muy conflictivo, un ejemplo te lo puede dar el hecho de que con 174 alumnos de primer curso se pusieron más de 800 partes. Aquello era una cosa absultamente imbarajable y tremenda. Ese primer año hubo más de un 76% de expulsiones temporales. De ahí hemos pasado a un 12% el año pasado y muy concentrada en pocos alumnos, 10-15 alumnos. La disciplina ha ido cambiando bastante porque hemos abierto un abanico amplio: primero la educadora social se relaciona con la familia para controlar un poco el absentismo del alumnado.

Pues aunque sean alumnos conflictivos, nosotros entendemos que son alumnos que tienen que estar en el centro y no en la calle, es aquí donde tenemos que trabajar con ellos. La expulsión es el último recursos, y aún en ese caso, se les obliga a venir al centro para hacer un seguimiento de las actividades. Pero antes, hay todo un abanico de medidas: hacerles venir al grupo de trabajo de la tarde con profesorado y familias; se han llegado a firmar compromisos con la familia...

¿Cómo se integra la interculturalidad en la Escuela Inclusiva?
J.B.
: Cuando se apuesta por un modelo de escuela inclusiva el tratamiento de la interculturalidad es el mismo tratamiento que pueda recibir el alumnado con necesidades educativas especiales o el alumnado que tiene distintos ritmos de competencia...Nosotros trabajamos la diversidad en su conjunto, no hacemos discriminaciones del alumnado procedente de naciones distintas, etnias culturales distintas, necesidades educativas especiales, ni diversidad del alumnado conflictivo. Tenemos alumnos rumanos, chinos, saharauis, colombianos, peruanos, ecutorianos.. de muchas nacionalidades, y se integran en los Grupos Interactivos como uno más. No atendemos la diversidad sacando a los alumnos para trabajar con ellos. Están siempre dentro del aula trabajando con su equipo. Si es necesario atender a un alumno inmigrante, son los profesores especialistas quienes entran dentro del aula, y junto con el resto de compañeros se trabaja con ellos.
No hay un tratamiento específico de la interculturalidad más allá de rótulos que tenemos en distintos idiomas, fiestas que hacemos de las naciones, pero no es un tratamiento segregador de la interculturalidad. Tenemos alumnos de etnia gitana y no hacemos un programa específico para ellos, como tampoco lo hacemos para los marroquíes o los chinos. Sí se hace un plan de acogida para el alumnado nuevo, y aquí tenemos materiales específicos que se trabajan con alumnado inmigrante, sobre todo materiales de idioma, pero no es un programa específico, porque consideramos que la propia filosofía de comunidades integra a todo el alumnado partiendo de la riqueza de la diversidad.