El mundo estudia español
INTRODUCCIÓN
No es fácil saber con certeza cuántas lenguas hay en el mundo. Las razones que explican esta ignorancia son de muy diverso tipo. Para empezar, hay zonas geográficas prácticamente vírgenes en lo que a exploración lingüística se refiere. En teoría -hasta que no se complete un estudio de campo lo suficientemente detallado, no se podrá hacer un cómputo exacto; en la práctica, hay problemas adicionales-. Así, por ejemplo, aparte de la vieja definición, atribuida a Max Weinrich, de que una lengua es un dialecto con ejército y armada, no resulta nada sencillo establecer criterios que sirvan para distinguir nítidamente a la una del otro. Por último, de forma semejante a lo que sucede con las especies animales y vegetales, no son pocas las lenguas que se encuentran en peligro de extinción. De las aproximadamente entre 6.000 y 6.500 estimadas en la actualidad,muchas tienen los días contados. La tasa de mortalidad en el plazo de una centuria podría ir, según las diferentes estimaciones (Crystal: 2000), del 50% al 90%. Desgraciadamente, también la diversidad lingüística es víctima de la globalización. Para hacernos una idea más clara de este panorama, algunas cifras pueden resultar más elocuentes que las palabras. Solo un 5% de las lenguas, en torno a 300, tienen un millón o más de hablantes. Son justamente estas las usadas por el 94% de población mundial, esto es, por más de 5.600 millones de personas, si pensamos en un total de 6.000 millones. El 6% de los habitantes de este rincón del universo, unos 400 millones, se repartirían los 5.700 idiomas restantes en diversas proporciones, con más de 3.000 lenguas con menos de 10.000 hablantes.
La fortuna del español ha sido muy distinta. De un modesto dialecto del latín vulgar, nacido en un rincón del norte de España, hemos pasado a una lengua con cientos de millones de hablantes repartidos en dos continentes en el lapso de poco más de un milenio. Aunque las cifras sobre el número de hablantes varían de unos autores a otros, e incluso dentro de la misma fuente (El Ethnologue, una de las publicaciones de referencia en este campo, daba en su edición de 2000 una oscilación de 322 a 358 millones, situando al español en segundo lugar de la escala de lenguas con más hablantes nativos, por encima, incluso, del inglés), decir que el español es, en términos cuantitativos, una de las lenguas más importantes del planeta no deja de ser una obviedad. Así pues, el mundo se va quedando sin la riqueza polifónica de miles de idiomas al tiempo que la maldición bíblica de Babel mengua en beneficio de unos pocos entre los que nos contamos. Una sensación ciertamente agridulce.