AlfaBeta. Investigación sobre Mujeres Inmigrantes y TICs
Acceder al conocimiento y la comunicación no es un lujo sino un derecho de individuos y comunidades. Un patrimonio de la humanidad que en plena Era Digital necesita de facilidades para su acceso y de capacitación para su uso.
Tanto la inclusión digital como los aprendizajes en tecnologías analógicas permiten un uso y apropiación social de dichas tecnologías, una puerta de acceso al conocimiento, a la elaboración de contenidos apropiados y un fortalecimiento de capacidades personales. Es un hecho que un uso apropiado de Internet puede convertir la red en herramienta idónea para el aprendizaje y el crecimiento personal, en un lugar de encuentro e intercambio, un espacio para resolver problemas y necesidades de individuos y colectivos. Y radio, video o formato escrito son y han sido herramientas colaborativas de aprendizaje y emancipación social tal y como lo demuestran las experiencias de radios o televisiones comunitarias. Es por ello que un empoderamiento en viejas y nuevas TICs, puede garantizar que el acceso al conocimiento sea generalizado.
Para las mujeres del S. XXI entender qué es eso de la Sociedad de la Información, cómo influye en nuestras vidas y cómo podemos hacer uso de ella, poder incidir en su implantación, poder acondicionarla a nuestras propias necesidades como mujeres evitando así que se convierta en otra parcela más exclusivamente masculina, es todo un reto. En Internet predominan los estereotipos de género y no existe una adecuada representación de los puntos de vista, conocimientos e intereses de las mujeres. Es por ello doblemente necesario que las mujeres sistematicen y desarrollen sus propios conocimientos y perspectivas asegurándose de que queden convenientemente reflejadas en estos medios.
Y para las mujeres inmigrantes, la inclusión digital supone además un medio y una herramienta que facilita su integración ofreciéndoles recursos para una mayor inserción laboral y social, reafirmando sus capacidades personales, su autoestima y su motivación de aprender. Todo ello favorece su Capital Social al traducirse en mejoras de su situación personal, de sus opciones y su calidad de vida. En este sentido las TICs potencian la creación de redes que mejoran este capital social y cultural, tanto al presentarse como un vínculo de sentido con sus países o lugares de origen, como potenciando vínculos con su comunidad en la diáspora y ayudándoles a establecer otros nuevos con personas e instituciones situados dentro de su nuevo contexto de llegada.
Más información en el Boletín de Aulaintercultural
https://aulaintercultural.org/2008/03/24/nuevas-tecnologias-para-una-educacion-intercultural/