La educación intercultural tiene que servir para transformar el mundo
El reconocimiento de la diversidad y el enfoque intercultural están presentes en la mayoría de los discursos políticos, sociales y educativos; pero en el mundo globalizado no se han derribado los mecanismos que legitiman la desigualdad, afirmó Patricia Mata Benito, académica de la Universidad de Educación a Distancia (UNED), de España, en la conferencia “Paradojas y perspectivas de la educación intercultural. Por una ciudadanía participativa y transformadora”, como parte del III Coloquio Internacional de Reformas Educativas y Reconocimiento Social en la FIL Guadalajara 2017.
“La educación intercultural (basada en el respeto y la valoración de la diversidad cultural) tiene que servir para transformar el mundo. No basta con analizar las relaciones humanas desde una perspectiva intercultural, sino emprender una transformación radical de la realidad”, agregó.
En este contexto es necesaria una ciudadanía intercultural crítica y transformadora de las relaciones humanas. Debe ser ése, un objetivo de la educación intercultural, abundó.
Mata Benito enfatizó que se requiere poner todos los espacios socioeducativos al servicio del desarrollo de competencias como la conciencia crítica, la voluntad de hacer preguntas difíciles, de realizar acciones para generar cambios confiando en la capacidad colectiva.
Explicó que en el imaginario social las diferencias continúan siendo consideradas como características propias de determinadas personas y grupos.
La gente suele asumir, de forma crítica, que los otros son los diferentes. “La diferencia de los otros se percibe habitualmente como una amenaza”, subrayó.
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