Una multitudinaria manifestación en Madrid pide el fin del «racismo estructural» en España
Se notaba que tenían ganas de gritar. Transmitían rabia, fuerza y una indignación contenida que este domingo han hecho explotar: centenares de personas migrantes y racializadas han salido a la calle en Madrid para denunciar el «racismo estructural en España» en la que, defienden, ha sido una «manifestación histórica» por ser ellas, las personas que sufren discriminación, quienes lideran la protesta.
Llevaban semanas preparando una marcha que, decían, no sería como las anteriores. La razón se encuentra en la primera línea de la larga hilera de manifestantes que ha recorrido la calle Alcalá: representantes de las diferentes comunidades migrantes y racializadas residentes en España, sin ningún partido político u organización convocante, han encabezado la multitudinaria protesta que pretende ser «el principio de un nuevo movimiento antirracista».
«Es una semilla que se está plantando para hacer de esta lucha un proyecto político», resume Paula Guerra, representante de la comunidad latinomericana, poco antes del inicio de la manifestación. «Pedimos el fin del racismo estructural, que nos afecta en todos los ámbitos de nuestra vida, y que la sociedad española tome consciencia de lo racista que es».
Lo hacen con una gran lista de reivindicaciones bajo el brazo. «Levantamos la voz para exigir la derogación de la Ley de Extranjería, el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros, el fin de las redadas racistas, las devoluciones en caliente, las deportaciones exprés, la militarización de las fronteras», solicitan a través de su manifiesto.
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