Mejor docente de España: «La burocracia y la falta de recursos te van quemando poco a poco»
Mejor docente de España 2018. Es profesor de Primaria desde hace 24 años, los diez últimos en el colegio público Joaquín Carrión de San Javier. Enamorado de su profesión echa en falta una mayor implicación de los padres en la educación y que se cuente con ellos para elaborar las leyes educativas, que dice, deberían durar varias décadas.
Gallego afincado en la Región de Murcia desde hace 24 años (los mismos que lleva ejerciendo como profesor de Primaria), Antonio García Arias, de 49 años, acaba de ser elegido mejor docente de España de 2018, dentro de los premios Educa Abanca, que se convocan a nivel nacional. Las candidaturas las proponen alumnos y familiares y este año ha habido 1.849 propuestas. Empezó de interino, «como casi todo el mundo» e incluso llegó estar en nueve colegios durante un curso.
¿Qué supone este premio?
Es increíble; estoy feliz y orgulloso. La labor docente tiene una parte muy emocionante y positiva, pero recompensas a la larga, hay muy pocas. Esto supone un reconocimiento a 24 años innovando, investigando, preocupándote por tus alumnos, formándote, publicando en blogs, asistiendo a charlas… Es premiar al esfuerzo de una labor diaria que no muchas veces se ve. Y el baremo que se utiliza en estos galardones es muy completo, porque tiene en cuenta muchos factores.
Si tuviera que elegir entre la investigación e innovación y la docencia, ¿dónde se inclinaría?
No creo que haya que elegir, va todo unido. Pero es cierto que la parte emotiva y la relación que se tiene con los alumnos es la parte más satisfactoria. A veces puede ser problemática por las dificultades que puedan tener en el aprendizaje o por sus situaciones particulares y familiares, pero es lo más gratificante. De todas formas, un docente es un compendio tanto del trabajo en el aula como de tu formación, de tu innovación…
¿Qué sería lo menos gratificante de la profesión?
La relación con los padres y con la Administración, la falta de recursos y materiales… son cosas que te van quemando poco a poco. Hay actualmente un exceso de burocracia en los centros; creo que a la Administración se les ha ido de las manos, pues debemos ocupar cada día una enorme cantidad de tiempo en realizar papeleo que en realidad no tienen mucho sentido ni mejora la educación. A veces da la sensación de que es más importante el papel que la labor docente que realizamos. Deben replanteárselo.
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