Madrid es la comunidad que menos invierte en educación pese a su riqueza
Madrid es hoy la región más rica de España y, sin embargo, la que menos invierte en el futuro de sus niños. En 2016 gastó en cada escolar 4.496 euros, según los datos del estudio Diferencias educativas regionales 2000-2016, de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), la peor cifra de toda España. «¿Qué sería de Madrid, que tiene la renta per cápita más alta de España, si la Comunidad gastase como en el País Vasco [un 63% más por alumno]? Estaríamos a la altura de Hamburgo y los niños de los barrios deprimidos podrían aspirar a ser lo que quisiesen», opina Isabel Galvín, secretaria de la Federación de Enseñanza de CCOO en Madrid. Los hogares madrileños son también los que más se hacen cargo de gastos educativos (libros, materiales, transporte o extraescolares): 1.624 euros por alumno, un 57% más que la media nacional.
«El sistema educativo es un fracaso en igualdad de oportunidades y de derecho a la educación para todos. La pregunta es: ¿Dónde estaría Madrid si la mitad de los chicos no estuviesen discriminados en función de la familia en la que ha nacido o la localidad?”, se cuestiona Galvín. “Porque hay un corte de discriminación norte sur. Los mejores datos están en Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, y en la cola Parla. Hay una diferencia de horquilla enorme”.
Tener al alumnado agrupado en grandes municipios abarata en Madrid los costes en enseñanza —Castilla y León o Galicia hacen grandes esfuerzos en mantener sus escuelitas rurales—, pero hay evidentes carencias incontestables en su modelo. Ocupa el último lugar en varios indicadores: un ordenador para cada cinco alumnos (1,4 en Extremadura), 14 alumnos de ratio por profesor (10,4 en Galicia), o 1.600 docentes menos en plantilla que en 2011. La precariedad laboral está disparada, aunque ahora hay mucha oferta de oposiciones.
En otros porcentajes Madrid se posiciona bien, pero con datos muy heterogéneos. El fracaso escolar, por ejemplo, ha bajado por debajo del 13%, pero hay una gran diferencia entre zonas: en los distritos del sur de Madrid puede alcanzar el 30%. O ha cumplido la meta de bajar al 15% el abandono temprano de los estudios un año antes del límite impuesto por Bruselas. Apenas cuatro de las 17 comunidades lo han logrado y el resto previsiblemente no lo conseguirá.
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