De México a España: periodismo humano, social y valiente

Durante 19 años, Héctor Saavedra ejerció en su Ciudad Juárez natal el periodismo en temas de migración, política, corrupción y crimen organizado. El flujo de personas y mercancías convierte a esa ciudad fronteriza con Estados Unidos en un punto caliente para el crimen organizado y el narcotráfico. La desaparición de mujeres en esta ciudad del estado de Chihuahua ha internacionalizado el nombre de esta localidad de apenas un millón y medio de habitantes.

Como en el resto del país, el periodismo se ha convertido en profesión de alto riesgo. México es el país sin guerra formal más peligroso para ejercer el periodismo, según el informe sobre periodistas asesinados en el mundo de Reporteros Sin Fronteras (RSF). El informe cita once casos en total en 2019, aunque otras organizaciones ya cifraban en 12 el número de periodistas asesinados a fecha de agosto de ese mismo año.

Inicios de un periodista valiente

Saavedra decidió dedicarse a esta profesión para superar su timidez y expresar su opinión sobre los problemas y la realidad que le rodeaba. Su primer contacto con el mundo de la comunicación lo tuvo con la radio cuando se acercó a locutores locales para abrirse camino en este medio y en la televisión. Ahora se dedica sobre todo al periodismo escrito.

A pesar de la precariedad en esta profesión mal pagada, Saavedra afirma que el periodismo “te permite ayudar a tu gente y mejorar su realidad”, lo que a él le ha aportado muchas satisfacciones a nivel personal.

Para este periodista es muy importante reivindicar y limpiar la imagen de su ciudad, algo que busca conseguir con una combinación del periodismo con el activismo en organizaciones de la sociedad civil dedicadas a ayudar a migrantes.

Durante su vida profesional en Ciudad Juárez cubrió temas relacionados con la política y sucesos de seguridad pública. Le tocó trabajar en “la masacre de Villas de Salvárcar”, un asesinato múltiple en enero de 2010 que segó la vida de 15 jóvenes y dejó heridos a otros 10.

Pese a los peligros, Saavedra considera que el periodista no debe ejercer su profesión con miedo. Consciente de los peligros al cubrir noticias del crimen organizado, considera importante estar preparado para saber cómo reaccionar en un momento de emergencia. Ha completado cursos de protección para periodistas en zonas de alto riesgo que incluían también capacitación legal, psicológica y de primeros auxilios.

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