La alteridad y el multiculturalismo en el seno de la historia enseñada
Por Charles Heimberg
Ponencia del Congreso ENSEÑAR CIENCIAS SOCIALES EN UNA SOCIEDAD MULTICULTURAL celebrado en Almería (España), del 15 de marzo al 18 de marzo de 2005.
Charles Heimberg pertenece a la Asociación Universitaria de Profesorado de Didáctica de las Ciencias Sociales
Hoy día es una banalidad afirmar que el carácter cada día más multicultural de nuestras sociedades asigna a la enseñanza pública nuevas responsabilidades que deberían conducir a tomar en cuenta esta dimensión en su manera de transmitir conocimientos sobre el mundo. Lo que es menos importante es saber por medio de qué cauce y qué marco abordar estas problemáticas en el ámbito escolar. La cuestión de la relación con el otro, ya se trate de extranjero, subalterno, del otro sexo o incluso de pueblos lejanos, se plantea en realidad en el seno mismo de los modos de pensamiento y de los interrogantes de las ciencias sociales y de la historia en particular. Por esta razón no parece deseable abordarlo con prioridad en el colegio en forma de programas o actividades específicas, demasiado desligados de las formas de pensamiento de las disciplinas de ciencias sociales. Es esto lo que voy a intentar demostrar referido a la historia escolar.
1. El otro en el seno de las ciencias sociales y de la mirada histórica sobre el mundo.
¿Cómo definir la historia , aquella que desarrolla sus investigaciones en los archivos y las universidades, pero también la que se enseña en los centros de secundaria? Sobre esto las posibles concepciones son evidentemente diversas, de ahí la necesidad de precisar bien en qué perspectivas y con qué orientaciones se desarrollan las reflexiones que siguen.
Para esto, primero me gustaría precisar, refiriéndome a dos grandes autores que no pretendo desarrollar aquí ni una historia de los “anticuarios”, ni una historia de los vencedores. Lo que forzosamente habría tenido consecuencias en cuanto a la manera de plantear la cuestión de la relación con el otro en el seno de la problemática de la historia crítica.
La distinción entre historia de los “anticuarios” e historia investigadora nos viene del historiador italiano Arnaldo Momigliano. “Toda mi vida, nos dice, he estado fascinado por una categoría profesional sorprendentemente cercana a la mía, dotada de una vocación cuya sinceridad es tan transparente, de un entusiasmo tan comprensible y, sin embargo, cuya finalidad ultima es profundamente misteriosa: se trata de estos hombres que muestran su interés por los hechos históricos sin interesarse por la historia. […] Así [nos es dada] una introducción a la comprensión de la mentalidad de los “antigüistas”. […] La interpretación de los objetos aislados era su ejercicio favorito. Tenían una capacidad de apreciar los hechos sin unión entre ellos que no nos parece una investigación seria”
Pero otra cuestión se plantea también, la de saber desde qué punto de vista se escribe la historia que se escribe y si somos verdaderamente capaces de incluir la multiplicidad de puntos de vista posibles, en particular los de las gentes sin historia, los dominados, los vencidos. “Todos los que hasta este día obtuvieron la victoria participan en este cortejo triunfal en el que los profesores de hoy marchan sobre los cuerpos de los que hoy yacen bajo tierra exclamó Walter Benjamín en un texto redactado en circunstancias dramáticas que iban a conducirlo a la muerte. El botín, según los usos habituales se lleva en el cortejo.[…] Tales bienes deben su existencia no solo al esfuerzo de los grandes genios que los crearon, sino también a la servidumbre anónima de sus contemporáneos. […]Por esto el historiador […] asume como tarea desbrozar la historia a contrapelo. Para el historiador Reinhart Koselleck, cinco categorías de preguntas fundamentales, de naturaleza antropológica, expresadas en forma de elementos que se encuentran bien en oposición, bien en interacción, hacen posible la historia. Poniendo así en cuestión la convivencia, en todas las sociedades humanas, éstas se sitúan por encima de la narración histórica. Mejor aún la hacen posible sugiriéndoles temas de reflexión y de investigación.