Mediación cultural e interculturalidad: unas difíciles relaciones
ÁLVARO BENAVIDES
«La interculturalidad llega más como una presión externa a los medios académicos y políticos españoles que como el producto de una construcción social de un o algunos sectores empoderados.
Llega como discurso y como discusión, casi amenazante en el sentido de que irrumpe en un espacio altamente cargado de subjetividades, o mejor, donde las subjetividades (o sea las emociones, las ideologías partidistas, los ideales patrióticos españolistas o nacionalistas) están enfrentadas en torno a disputas por el poder político (neoliberalismo contra multiculturalismo). Y a las funciones del Estado en la ordenación de la sociedad y de la producción social.
Llega a insertarse en un contexto en donde la relación con los Otros culturales (vascos, gitanos, alandaluces, gallegos, judíos, homosexuales) ha sido sacrificada, desde muy atrás en la historia, con el propósito del propio afianzamiento cultural (de la España castellano-aragonesa como centro del imperio).
La España de hoy es una nación en construcción, a pesar de más de 1.500 años de vida parlamentaria, prueba de ello es el permanente debate en torno a los límites competenciales del estado y al papel de las nacionalidades históricas (la vasca, la catalana, la gallega).
Lo que significa una tensión entre intereses homogenizadores contra intereses de reivindicación de la diferencia cultural, de su especificidad en cuanto derecho a ser distintos en el espacio y el tiempo. Por ejemplo los gallegos reivindican su pasado céltico para construir diferencias con lo hispánico castellano, otro tanto hacen por ejemplo los vascos; mientras estatalmente hay sectores que impulsan el proyecto religioso católico, como eje aglutinante o la idea de la “España única y fuerte ” incluso echando mano del pasado imperial.
Pero esa necesidad de construcción de un centro fuerte o núcleo duro de identidad, que jalone un autoreconocimiento de los ibéricos occidentales, los hispánicos, se ha elaborado sobre la base de la desvirtualización de los demás grupos nacionales. Uno de esos ejes de desarticulación e irrespeto de las demás culturas se constata en la construcción de lo árabe-musulmán en el imaginario españolista .
España se autodefine por exclusión y desvirtuación de lo árabe-musulmán (Alemania rompiendo brutalmente con la imagen judía; España en menor medida). Como dicen Dolores Juliano y Eloy Martínez , se ha construido una apología de la desvalorización de los “moros”.
Desde la épica de Santiago matamoros contra la invasión musulmana, pasando por las tradiciones de los reyes católicos, el pasado colonizador y esclavista, siguiendo por el ejército de marroquíes del general Franco en contra de los ideales republicanos, hasta la disputa del islote de Perejil, la tragedia de Atocha: el 11M, incluyendo las llegadas en pateras; todos estos hitos han sido transformados en elementos para sustentar la xenofobia, alimento de una identidad que surge de diferenciarse de esos otros externos y barbarizados y que sustentan que España va bien, (principio de rentabilidad política) que se dice a sí misma, a sus nacionales que es del 1º Mundo (principio de fortalecimiento de la identidad)».
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Muy buen articulo, me ha gustado mucho la información que proporcionáis, muchas gracias!
Muy buen artículo. La interculturalidad significa relación entre dos o más culturas que establecen lazos compartiendo diferentes puntos de vista, os recomiendo leer este artículo y realizar el curso si sois opositores a maestros o profesores: https://www.appf.edu.es/catalogo-de-cursos/la-interculturalidad-en-las-aulas-respuesta-educativa/