Cómo “cancelar” la monarquía británica
Cancelar de un plumazo la monarquía, en el nuevo lenguaje woke de las guerras culturales, sería el sueño del alrededor del 30% de republicanos que se calcula que hay en el Reino Unido. Pero saben que es una utopía, porque se les echaría encima todo el resto de británicos que ven un activo en la realeza, ya sea porque atrae turistas, aporta estabilidad al sistema político, la consideran parte de la identidad nacional o les recuerda el glorioso pasado imperial. Una República Federal de Gran Bretaña, por mucho que Escocia e incluso el País de Gales se independizaran, está lejos, pero muy lejos.
A lo más que de momento se puede llegar es a lo que han hecho los estudiantes de doctorado del Magdalen College de la Universidad de Oxford, uno de los más prestigiosos y con más ilustre historia, que democráticamente y por clara mayoría han votado retirar de la pared de su sala de reuniones la copia de una fotografía de 1952 de la reina Isabel II por su supuesta vinculación al pasado colonial (con lo que también se quiere decir racista) de este país.
Aun así, la decisión ha provocado un terremoto de magnitud 9,5 en la escala Richter, con insultos a los estudiantes en las redes sociales y durísimas críticas tanto del Gobierno como de todo tipo de personajes del establishment. “Retirar la imagen de la reina es absurdo, porque durante su larguísimo mandato no ha hecho otra cosa que fomentar ese valor tan británico que es la tolerancia”, ha respondido el ministro de Educación, Gavin Williamson.
Pero entre los estudiantes de posgrado del Magdalen College (uno de los que componen lo que en su conjunto se conoce como la Universidad de Oxford) los hay de origen asiático y africano que no están necesariamente de acuerdo con esa visión aséptica de la monarquía, son críticos con el legado del imperio y le atribuyen la responsabilidad última de las matanzas en India, la represión en Malaya, la masacre de los mau mau en Kenia, la discriminación contra los emigrantes caribeños después de la II Guerra Mundial y otros episodios no tan gloriosos de la historia nacional.
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