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Herramientas. ¿Cómo planificar los espacios?
En general,
las diferentes dependencias del centro deben seguir unos criterios
que contemplen la diversidad a la hora de plantearnos
su acceso y su uso:
- Ser espacios agradables y acogedores.
- Invitar a la interacción y el conocimiento mutuo
de los diferentes miembros de la comunidad educativa.
- Responder a la diversidad del alumnado con Necesidades
Educativas Especiales (con rampas para alumnos con sillas
de ruedas, material en braylle para niños ciegos, etc.)
- Responder a la diversidad cultural: que otras lenguas
y rasgos culturales también estén presentes (en los murales,
en los carteles informativos y lenguaje iconográfico, en el
material bibliotecario, en los comedores, etc.).
Dentro
de esta consideración del espacio, la biblioteca debería
tender a caracterizarse por:
- Un ambiente físico agradable y acogedor, para favorecer
su uso. - Ser un lugar de trabajo, de encuentro y de interacción
para los miembros de la comunidad educativa.
- Contener en su organización y rótulos, aspectos que respondan
a la diversidad cultural e individual del alumnado; potenciando
el uso del lenguaje iconográfico.
- Tener un horario flexible y más amplio que el horario escolar.
Esto facilita que el alumnado y las familias que lo deseen
puedan acceder en horario no escolar.
- Tener un fondo bibliotecario multicultural (con libros y
materiales de diferentes culturas para responder a la diversidad
del alumnado).
- Desarrollar actividades (tanto en horario escolar o extraescolar)
con metodología y contenidos dinámicos y multiculturales o
de animación a la lectura.
- Que invite a la participación: fruto del trabajo del alumnado
y su propuestas.
Al mismo
tiempo, para desarrollar un modelo de comedor intercultural,
debemos tener en cuenta una serie de criterios:
- Un ambiente físico agradable y acogedor, para favorecer
su uso.
- Su disposición debe invitar a que el alumnado pueda relacionarse,
siendo éste un lugar de socialización privilegiado.
- El menú tiene que responder a demandas específicas
de la diversidad cultural e individual del alumnado:
•
adecuados en la medida de lo posible al alumnado diabético,
celíaco, etc., o en su defecto, ofertar alternativas.
•
adecuados en la medida de lo posible a dietas especiales por
motivos culturales (como una dieta ausente de cerdo para alumnado
musulmán), o en su defecto, ofertar alternativas.
•
incluir también la diversidad culinaria fruto de la heterogeneidad
del alumnado (platos que incluyan ingredientes y propuestas
de otras regiones).
• la participación de las familias es necesaria en el diseño
del menú. Sus propuestas, aportaciones, ideas, etc., convierten
al comedor en un espacio de intercambio y enriquecimiento
mutuo. Esta participación puede ser a través del funcionamiento
y el fortalecimiento de las AMPAS (Asociación de Madres y
Padres).
En general,
una buena herramienta para el diseño de las infraestructuras
del centro educativo puede encontrarse en la GuíaInter,
Una Guía Práctica para aplicar la educación intercultural
en la escuela, Módulo 7: Estructura y organización escolar
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