DERECHOS HUMANOS, MUJER E INMIGRACIÓN
Hacia una educación intercultural en el aula

Capítulo 2 LOS DERECHOS Y LAS MUJERES
Influencia del Feminismo

Capítulo 1:
Los Derechos Humanos


 

Derechos Humanos ¿universales?

A pesar de que más de cien países han reconocido la equidad de derechos entre hombres y mujeres, la igualdad real está por conseguir.

La feminización de la pobreza es una realidad que no se puede ignorar. La discriminación por género que existe en numerosos países impide a las mujeres tener acceso a la educación, al derecho al voto, a puestos de trabajo remunerado o a la simple propiedad privada o disposición de sus bienes.

Esa dependencia del varón dentro de un sistema patriarcal de reparto de riqueza y ejercicio de los derechos fundamentales hace a las mujeres más propensas a sufrir situaciones de desamparo.


Desde una perspectiva feminista de los Derechos Humanos, existen numerosos casos de violación de esos derechos, en los que predomina la relación de poder del varón sobre la mujer como:

La violencia física, psíquica, sexual y económica, dentro de las relaciones familiares - autoridad del marido, del padre o de los hermanos sobre las mujeres que, en casos extremos, pueden terminar en homicidio, en suicidio o en lo que se ha llegar a denominar feminicidio.

La prostitución forzada y el tráfico de mujeres

La desigualdad social en general, que se manifiesta a través de relaciones de poder como el acoso sexual o moral en el trabajo, los abusos de autoridad, el desprestigio personal o profesional, etc.

La violencia sexual como símbolo de poder, que se manifiesta por las mutilaciones genitales que sufren millones de mujeres, en nombre de una tradición decididamente masculina

La utilización de la violación sistemática de la mujer como muestra de poder en los conflictos armados

La esterilización, el aborto forzado, el infanticidio de niñas o la determinación prenatal del sexo o al revés, la exigencia de la capacidad de procreación de las mujeres, como único fundamento de las relaciones de pareja

La falta de rigor por parte de la Administración de Justicia, que directa o indirectamente garantiza la impunidad de los agresores y legitimiza la opresión de la mujer

El condicionamiento de muchas mujeres a las influencias culturales de la sociedad en la que se desenvuelven limita su derecho al libre desarrollo de su personalidad. La dependencia económica, social, o afectiva las predispone a actitudes de subordinación y discriminación y limita el ejercicio de sus plenos derechos como persona.

Como consecuencia, se espera de las mujeres que supediten su libertad de pensamiento a la voluntad del hombre. Su libertad de expresión, de reunión o asociación y su nula participación en las decisiones de ámbito público perduran en numerosos países.

De la misma manera, al no poder ejercer sus derechos como seres independientes, en algunos casos no les es permitido viajar sin autorización del marido. Recordemos que en España durante la época franquista, la mujer no podía ni viajar, ni abrir una cuenta bancaria, ni efectuar ningún trámite legal, sin la expresa autorización de su esposo. En casos extremos, las mujeres no pueden ni trabajar, ni estudiar, ni salir a la calle sin autorización de su compañero o sin estar acompañada por un varón de su familia directa.

Debería hablarse de los derechos "limitados" de otras mujeres. El trato judicial reservado a los delitos de maltrato, la poca consideración otorgada a los casos de acoso moral o sexual, llevan a muchas mujeres a manejar componentes de culpabilización-victimización que influyen definitivamente en su autoestima y que lesionan su derecho a llevar una vida digna.