DERECHOS HUMANOS, MUJER E INMIGRACIÓN
Hacia una educación intercultural en el aula

Capítulo 3 LAS MIGRACIONES

Capítulo 1:
Los Derechos Humanos


 

Ideas clave

Existen grandes desequilibrios económicos, demográficos, culturales y políticos que subsisten en una parte y otra de las grandes líneas del norte y el sur.
Paralelamente a los grandes conflictos que están blindando las fronteras se produce la liberalización de los intercambios y el desarrollo de redes transnacionales.

No existe alternativa a la inmigración, por lo que la inmigración clandestina seguirá existiendo, reproduciéndose situaciones de exclusión y discriminación en los Derechos Humanos.
A diferencia de las migraciones que se produjeron en el pasado, actualmente la persona que emigra no suele tener un proyecto de retorno y tiende a establecerse en el país de destino de forma definitiva y a solicitar la reagrupación familiar.
Junto a las distintas medidas adoptadas por los países receptores de inmigración para frenar la entrada de personas en situación de ilegalidad, se dan circunstancias que permiten la persistencia de situaciones de temporalidad, por exigencia del mercado de trabajo. Estas situaciones terminan convirtiéndose en casos de ilegalidad permanente que alimentan la bolsa de economía sumergida sumergido e irregular. “Desde el punto de vista de la demanda, a pesar de las restricciones formales que se centran en la capacidad de fijar barreras”, los trabajadores inmigrantes en condiciones ilegales serían necesarios para sectores determinados de la economía de muchos países comunitarios, entre ellos España, Portugal, Grecia e Italia”. (Graciela Malgesini y Carlos Jiménez. Guía de conceptos sobre migraciones , racismo e interculturalidad. Catarata. Madrid. 2.000)

La persona que emigra en la actualidad puede pertenecer a los estratos altos y bajos de la escala socioeconómica. Tendemos a pensar que son las personas en situaciones más precarias las que emigran. Sin embargo los procesos migratorios se dan con más frecuencia en las regiones donde se ha elevado el nivel cultural de forma que crecen las expectativas de vida y disponen de más posibilidades económicas para organizar el viaje. Ya no son sólo los trabajadores y trabajadoras sin cualificar quienes acuden a los países industrializados, sino también personas técnicamente y profesionalmente preparadas. Esto supone una gravísima pérdida de capital humano para los países emisores a la vez que las personas inmigrantes difícilmente encuentran una posición laboral acorde con sus conocimientos en el país de acogida.