Colocar
a los participantes y a las participantes en corro.
Leer el poema en voz alta.
Invitar a algunas de las personas a realizar un monólogo
improvisado donde asuman el papel de la extranjera a la
que se refiere la poetisa y relaten las circunstancias
que rodearon su vida.
Reflexionar en grupo sobre el sentimiento de sentirse
extranjera.
Habla
con dejo de mares bárbaros
con no sé que algas y no sé que arenas
Reza oración a dios sin bulto y peso
envejecida como si muriera.
En el huerto nuestro que nos hizo extraño,
ha puesto cactus y zarpadas hierbas.
Alienta del resuello del desierto
y ha amado con pasión de que blanquea,
que nunca cuenta y que si nos contase
sería como el mapa de otra estrella.
Vivirá entre nosotros ochenta años.
pero siempre será como si llega,
hablando lengua que jadea y gime
y que le entienden solo bestezuelas,
y va a morirse en medio de nosotros,
en una noche en la que mas padezca,
con solo su destino por almohada,
de una muerte callada y extranjera.
Gabriela Mistral La extranjera