No
olvidemos que el concepto de "tradición"
o de "cultura" es el que muchas veces se esgrima
para justificar situaciones de subordinación de la
mujer, pero la cultura no es un concepto estático
ni inamovible.
La
cultura, en nuestras sociedades multiculturales es una corriente
en movimiento: se nutre de las aportaciones de orígenes
diversos.
¿De
qué hablamos cuando hablamos de cultura española?
¿No incluimos en ella las tradiciones de las distintas
regiones de este país? En la construcción
de un nuevo espacio común, las culturas se interrelacionan,
se enriquecen mutuamente. La contribución de las
personas inmigrantes, su enfoque solidario de la vida y
sus conocimientos vitales nos animan a replantearnos los
nuestros.
No
se trata de negar la diversidad, sino de beneficiarse de
ella. La aportación de las diferentes culturas a
la comprensión de los derechos humanos es fundamental.
Para
que sean una realidad, deberán reflejar todas las
experiencias y las peculiaridades, dentro de una necesidad
universal de dignidad humana y de justicia.
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