DERECHOS HUMANOS, MUJER E INMIGRACIÓN
Hacia una educación intercultural en el aula

Capítulo 5 MENORES E INMIGRACIÓN
Educación intercultural desde la perspectiva de género

Capítulo 1:
Los Derechos Humanos


 

Principios psicopedagógicos que definen la atención a las minorías en el contexto escolar

Reconocimiento del derecho personal de cada alumno y alumna a recibir la mejor educación adaptada a sus necesidades, con cuidado especial de la formación de su identidad personal en el contexto de la nueva ciudadanía.
Aspiración al éxito escolar de cada uno de los alumnos y alumnas, como un derecho de igualdad de oportunidades.
Reconocimiento positivo de las diversas culturas y lenguas y de su necesaria presencia y fomento en la escuela.
Atención a la diversidad y respeto a las diferencias, sin etiquetar ni definir a nadie en virtud de éstas.
No segregación.
Lucha activa contra toda manifestación de racismo o discriminación.
Intento de superación de prejuicios y estereotipos.
Comunicación activa e interrelación de todos los alumnos.

Otras medidas a considerar:

Respetar el contexto cultural y lingüístico de partida e incorporarlo en el currículo del curso.
Contar con las vivencias del alumnado inmigrante, estimulando así su seguridad, autoestima y autonomía del pensamiento.
Construir puentes que aproximen a los procesos de aprendizaje escolar, transmitiendo saberes y técnicas cercanas al pensamiento científico (descontextualización, abstracción, formalización, actividad crítica, lógica).
Colaborar con los niños y niñas respondiendo a las necesidades tal y cómo las entienden, valorizando su identidad cultural y utilizando, en lo posible, los conocimientos que ya poseen, trabajando en experiencias y modelos de pensamientos distintos.
Presentar explícitamente las bases y expectativas propias de la cultura escolar.
Clases de refuerzo y acogida incorporándolos progresivamente al grupo de iguales, para conseguir una integración socioafectiva correcta.
Maximizar la ayuda individual a los alumnos y alumnas preferentemente a programas estables de agrupamiento flexible.
No intentar reproducir en la clase la cultura familiar y comunitaria de forma estática. El objetivo es conseguir que los programas se adapten a las necesidades de estos alumnos y alumnas y tengan en cuenta sus necesidades y talentos.

Enfoques erróneos:

Una de las situaciones provocadas por la 'lógica miserabilista' es la que nos encontramos cuando los docentes renuncian a su papel. Aspiran a mínimos de comportamiento en las aulas, sin perspectiva de éxito escolar y asumen como inevitable el abandono del centro escolar por los alumnos y alumnas inmigrantes haciendo suyas las convicciones de que el alumnado inmigrante está abocado al fracaso y a la marginación social. Tales actitudes llevan a sentimientos de resignación, al atrincheramiento en posiciones defensivas ante los posibles conflictos que puedan suceder y a la pérdida absoluta de confianza en su labor como docentes.

Otra modalidad, menos dura que la anterior, pero igualmente errónea, es la que supone la equiparación de Educación Intercultural a Educación Compensatoria o Educación Especial. En estos casos el equipo de Centro opta por incorporar todo tipo de recursos dirigidos a los alumnos y alumnas inmigrantes. Clases de recuperación, apoyo extraescolar, asistentes sociales, ayuda psicológica, etc.
Son un sin fin de posibilidades que conforman una línea de trabajo aplicada exclusivamente a las minorías.

Este enfoque bien intencionado y, sin duda, necesario en muchos casos aunque insuficiente en el diseño de una Educación Intercultural integral, deriva en la división del centro en dos mundos diferenciados. Los alumnos/as normales y los otros, los diferentes.

Las consecuencias de esta dinámica son determinantes. Cuando la situación de las minorías se “problematiza y aísla”, asignándola únicamente al equipo de enseñanza compensatoria o de apoyo, el profesorado del aula termina interiorizando que no es su responsabilidad, con lo que las expectativas de éxito y la propia ambición pedagógica disminuyen.

Otra confusión es la de asumir la Educación Intercultural como ausencia de conflictos o que la comunidad escolar asuma el fracaso en los estudios como una consecuencia de las condiciones socioculturales de las familias o de la situación que rodea el centro.

Y podríamos añadir muchas más, entre otras:

que los padres y madres de los grupos mayoritarios identifiquen la presencia del alumnado inmigrante como un handicap para la educación de sus hijos al pensar que baja el nivel del grupo-clase;
ignorar que la diversidad exige ajustes en la estructura y proyecto del Centro;
desatender las necesidades escolares y sociales de los alumnos en desventaja social;
no despertar expectativas y adaptarse a los ritmos lentos y a las escasas posibilidades, con lo que rendirán cada vez menos o
incorporar la Educación Intercultural como una asignatura más del currículum.