Diversidad
cultural y sistema educativo
La actitud del profesorado ante las diferencias
culturales
Los
estudios realizados por Jordan y el Colectivo IOE ilustran claramente
la tendencia del profesorado a catalogar e identificar a cada
escolar por su cultura de referencia. La visión determinista
del profesorado sobre los comportamientos y actitudes de un grupo
social encasilla las conductas de los niños y las niñas,
dificulta el aprendizaje escolar y la integración en el
grupo de iguales e imposibilita que se establezcan relaciones
de comunicación y relación positivas. En definitiva,
pone trabas a la capacidad de transformación y enriquecimiento
de la personalidad al que todo ser humano tiende a lo largo de
la vida.
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Ya
apuntamos anteriormente que aunque el grupo y cultura de referencia
son importantes para la construcción de la identidad,
no son los únicos elementos que la conforman. En
la construcción de la identidad individual y social
entran en juego muchas variables que pertenecen a la biografía
de cada ser humano: vitales, económicas, conceptuales,
ideológicas, etc. |
Tal
y como afirma Allport, es muy importante la cultura en la configuración
de la personalidad, pero la personalidad no es un mero aspecto
subjetivo de la cultura.
Si
no se acepta el hecho cultural como una construcción continua
y cambiante, es fácil caer en posiciones estereotipadas
e inamovible que nos coloquen que en grupos excluyentes: Ellos
son... y nosotros somos.... Esta actitud impide el acercamiento
y la construcción de espacios comunes donde se negocien
valores universales. Coloca a quienes la mantienen en una dinámica
de relaciones desiguales en las que los valores simbólicos
funcionan para provocar confrontación en lugar de diálogo
e intercambio cultural e implica un concepto de la educación
desde el relativismo cultural absoluto en el que el profesorado
sitúa al alumno/a en una cultura inmovilista y cercada.
Los
hijos e hijas de las personas que han inmigrado, por ejemplo,
tienden a situarse entre diversas culturas y evolucionan hacia
el mestizaje, asumiendo como propios. aquellos aspectos que mejor
se adaptan a sus expectativas y personalidad.
En
el caso de las niñas musulmanas, la confrontación
entre modelos de sociedad y valores tradicionales puede motivarlas
a cuestionarse el papel que les otorga su sociedad de origen,
pero la coexistencia de modelos también les abre la oportunidad
de construirse una identidad distinta como mujeres. En este
caso la escuela puede explicar el origen del papel de la mujer
en determinadas culturas y apoyar los valores positivos de ésta
a la vez que respeta las opciones de cambio que ellas adopten.
Entre
la ignorancia de la cultura de referencia y el encasillamiento
hay que establecer una posición analítica que incorpore
a la lectura las variables individuales, como apunta Marina Lovelace:
No se puede crear el sentido de comunidad interracial sin el respeto
a la individualidad y no se pueden desarrollar actitudes antirracistas
sin entender otras culturas y establecer relaciones entre los
diferentes grupos humanos e individuos que constituyen la sociedad.
En definitiva la comunidad interracial solo puede sustentarse
sobre el desarrollo de la individualidad en su más amplio
sentido. Lovelace, Marina. Educación multicultural:
La lengua y cultura en la escuela plural. Editorial Escuela Española.
Madrid (1995: 28)
PRINCIPALES
ASPECTOS
Reconocimiento
de las diferencias y peculiaridades de cada alumno y alumna
Aprendizaje y diversidad cultural
La actitud del profesorado ante las diferencias
culturales
Diversidad cultural y construcción
del conocimiento
Adaptación del Sistema Educativo
Éxito escolar y minorías en
la escuela
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